martes, 9 de julio de 2013


Moreno relanzó acuerdo de precios con supermercados

 
• Privados se comprometieron a que aparecerán los productos faltantes y que venderán el pan a $10 el kilo
Por: Carlos Burgueño  

Después de las clausuras de la semana pasada, Guillermo Moreno relanzó ayer su acuerdo con los principales supermercados del país; pacto que debería, ahora sí, llegar hasta después de las elecciones de octubre. La ecuación es simple. Por un lado, desde el sector privado se comprometieron a que estén disponibles los 500 productos en las góndolas, especialmente en cuatro casos clave: harina, aceite, yerba y azúcar. Además en los locales se cumplirá la promesa de exhibir claramente los carteles y la ruta desde la entrada hacia el lugar exacto donde están los 500 artículos con precios congelados. El propio Moreno y sus inspectores de élite fiscalizaron que entre el viernes y ayer las góndolas estuvieran cubiertas de los productos con precios acordados, luego de haber amenazado personalmente vía telefónica el jueves pasado por la noche el propio funcionario a los responsables de los supermercados sobre las consecuencias que habría si los artículos no eran encontrados.

Para esta fiscalización exitosa, Moreno habló personalmente con los dirigentes de La Cámpora y el Movimiento Evita para que momentáneamente le dejen la tarea a su propia "task force"; misión que se cumplió hasta ayer por la tarde de manera estratégica por los locales que el funcionario considera clave para que los 500 productos estén en tiempo y forma. Cumplida la inspección, nuevamente Moreno llamó a los responsables de los supermercados para decirles que este compromiso ahora debe extenderse hasta después de las eleciones del 27 de octubre.

Como prueba de amistad, los privados le dieron al funcionario una ofrenda de paz: la posibilidad de vender hasta noviembre el kilo de pan a un precio máximo de 10 pesos el kilo. Sería una rebaja del 50% contra el promedio que venía manteniendo el pan en las últimas semanas, y le permitiría además al secretatrio de Comercio mostrar como un éxito su decisión de aplicar la Ley de Abastecimiento a discreción si el producto no bajaba de precio y el trigo, según el escondido, no aparecía. Ahora, con la frente en alto, Moreno podrá decir nuevamente que tenía razón y que hizo bajar el precio del pan con sus políticas de acción directa.

El anuncio sobre el precio tope del pan lo dio ayer Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que habló después de una reunión en la entidad a la que acudieron representantes de las cadenas Coto, La Anónima, Día, Walmart, grupo Jumbo -que incluye Jumbo, Disco y Vea-, Carrefour y la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca. "Entre otros temas, se acordó que en los próximos días las cadenas de supermercados presentes en el encuentro ofrecerán el kilo de pan a 10 pesos", indicó el dirigente empresarial, que no hablaba desde las clausuras morenistas de la semana pasada.

El precio del pan viene experimentando una meteórica carrera que lo llevó en lo que va del año a incrementarse hasta un 80% en algunos barrios de la Capital y al Gran Buenos Aires debido al repentino aumento del costo de producción. Ocurre que la bolsa de 50 kilos de harina que utilizan los panaderos pasó de los 110 pesos a los 235 en un mes como consecuencia de la escasez y de encarecimiento del 30% del trigo.

Sin embargo, para el Gobierno las cerealeras tienen retenidos tres millones de toneladas de trigo y para eso advirtió con utilizar la Ley de Abastecimiento. Por su parte, la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), en conjunto con la Cámara de Exportadores de Cereales (CEC) y la Cámara Argentina de Productores y Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) e Industriales Panaderos, ratificaron su compromiso de "abastecer al mercado interno". "El trigo siempre estuvo" entre productores, acopiadores y exportadores, indicaron en un comunicado conjunto. Alberto Rodríguez, presidente del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), explicó que las firmas del sector habían comprado "un volumen en exceso de lo que el total de la producción permitía exportar".



lunes, 8 de julio de 2013


Lo dicen panaderos; es por aplicación de “abastecimiento”
 

Ley de Moreno “no hará nada bien”

 
Por: Soledad Ricca

Pese a que desde el viernes el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, aplica la ley de abastecimiento en el mercado del trigo para que aparezca el cereal y baje el precio del pan, que ronda los $ 20 el kilo, los panaderos aseguran que la medida "no va a hacer nada bien". El Gobierno insiste con que hay alrededor de 1,8 millón de toneladas guardadas, principalmente en manos de la exportación, pero desde el sector privado aseguran que el monto es mucho menor y que podría faltar trigo antes de noviembre.

El problema surge porque la campaña pasada fue la peor de los últimos 100 años ya que la producción no superó los 9 millones de toneladas debido a que por la intervención del Gobierno en el mercado muchos productores se volcaron a la cebada, lo que hizo que haya poca oferta de trigo y suba el precio. El valor del cereal ronda hoy los $ 2.000 la tonelada.

El titular de la Federación Industrial de Panaderos de la Provincia de Buenos Aires, Emilio Majori, aseguró que (la ley de abastecimiento) se trata de una norma "muy antigua, que no nos va a hacer nada bien". Los panaderos "estamos en asambleas continuas, porque hay un montón de novedades en el sector", aunque advirtió que por ahora no realizarán medidas de fuerza contra la decisión oficial.

Majori dijo que "simplemente habría que sentarse a una mesa y dialogar sobre estos temas. Yo creo que no se ha aplicado todavía la ley, simplemente se ha puesto en vigencia. Vamos a ver si es factible poner en práctica esta reglamentación tan antigua, que va a traer muchos inconvenientes para la producción y la comercialización". Y agregó: "Habría que buscar otro método, no esta drástica medida de castigar a un productor, o a un comerciante que quiere aumentar sus productos, pero no por capricho, sino porque lo que cree conveniente para su beneficio".

Sobre los aumentos que se registraron en el precio de la harina, el directivo explicó que "una bolsa costaba $ 90 el año pasado y hoy cuesta $ 295, que es el precio oficial y trae 50 kilos" y alertó que "hoy estamos vendiendo el pan a $ 20 por kilo. No existe un precio como el que dice la Secretaría de Comercio Interior, de $ 2,70".

"Las obligaciones tributarias de todo tipo, más los salarios, nos dan un precio de $ 15 por kilo. Por eso se está viviendo una irrealidad en el Mercado Central, donde se vende pan al precio que quiere (Guillermo) Moreno, cuando la harina sale $ 6", enfatizó.

La Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales advirtió que podría faltar trigo antes de noviembre, debido que a las políticas del Gobierno en el sector desincentivaron a la producción. "Las cantidades en el mercado están muy ajustadas. En caso de que no alcance para satisfacer a toda la demanda, no hay ley de abastecimiento que valga", dijo a ámbito.com el asesor general de esta asociación, Raúl Dente.

Además, el presidente de la Asociación de Trigo, Domingo Capeloni, aseguró que "puede haber algo en manos de los productores, pero el grueso no está en el sector. El Gobierno sabe dónde está el trigo a través de las declaraciones juradas de los productores y la notas de compra que tienen los exportadores".

La Cámara de Exportadores y el Centro de Panaderos brindarán hoy una conferencia de prensa en la Bolsa de Cereales para informar sobre la situación.



miércoles, 3 de julio de 2013

Calvete: "El congelamiento de precios no funcionó"


Calvete: "El congelamiento de precios no funcionó"

Por Liliana Franco

La suba de precios en junio superó el 3% de acuerdo a un relevamiento on line de las grandes cadenas de supermercado y bocas de proximidad realizado por el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom.org) afirmó su presidente, Miguel Ángel Calvete, en un reportaje realizado por el programa Mercado por Expertos de Canal Metro.

Tras señalar que un comportamiento de precios similar se registró en mayo, Calvete sostuvo que el congelamiento "no funcionó". De hecho planteó situaciones complejas como el caso de los farináceos al afirmar que "la harina, para dar un ejemplo, subió un 300% en dos meses".

Esta situación afectó a los sectores de menores recursos como explicó Calvete ya que, lo que se conoce como el segmento C3D, o el asalariado de menores recursos, en la pirámide alimentaria, la harina tiene un peso de casi un 15%, mientras que en el segmento ABC1, o en la punta de esta pirámide, es un 4 o un 5%, razón por la cual "este aumento afecta muchísimo a la base de la pirámide y al asalariado"

Aunque respecto al tema de la harina consideró que "hay temas de fondo que hay que resolver con determinadas políticas que tal vez no pasen sólo por el Secretario de Comercio, también por Agricultura, por un tema de subsidios o la rotación de cultivos".

Al analizar los 500 productos que se congelaron "entre comillas", según Calvete, distinguió entre aquellos que son de consumo masivo y los que tienen la característica de pertenecer a lo que se llama la "Canasta Elemental Básica". Señaló que para que un producto sea de la canasta básica, alimentaria o de servicios, tiene que tener una sistematización que supere las 3 a 4 veces semanales, ya sea en la mesa de los argentinos o en el uso cotidiano, como por ejemplo, la leche, el pan o en el caso de un servicio, puede ser el subterráneo.

En tal sentido, precisó que para el congelamiento "se han tomado 500 productos de los cuales 463 no pertenecen al Canasta Elemental Básica "solamente 37 productos pertenecen a la Canasta Básica Elemental como, por ejemplo, fideos secos, harina, aceite mientras que tenemos ocho modelos de cepillos de dientes".

Calvete señaló que "si nos remitimos a esos 37 productos que sí son de la canasta elemental básica, encontramos que hay faltantes en las góndolas o hay un sub stock".

Citó el caso del azúcar donde "encontramos muy poco stock, la venta de una o dos unidades por persona, porque es una venta doméstica pero está racionado, y por otro lado encontramos un sobre stock en azúcar premium, o de un papel higiénico premium, o de alguna lavandina que, con algunos eufemismos, las industrias cambian la denominación y aparecen en las góndolas a un precio superior que conducen o distorsionan la voluntad del consumidor".

Por otra parte, Calvete, en su carácter de Director Ejecutivo de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas en la República Argentina (Fesach), señaló que las 16 cámaras chinas nucleadas en esta Federación son adherentes de la tarjeta Supercard, es decir que la aceptan en sus comercios.

Aclaró que no son administradores como si lo son Frávega, Garbarino, la cadena Coto, Cooperativa Obrera, el Mercado Central y el Banco Hipotecario, que es la entidad financiera que participa. "Al principio, s fuimos bastante críticos del tema de la Supercard, básicamente porque considerábamos que no podía ser una tarjeta única y excluyente, y que debía universalizarse a través de algún banco". Explicó que en existen 22 millones de tarjetas en Argentina y que si la Supercard hubiera sido una tarjeta única y excluyente hubiera provocado "una caída en el consumo". Señaló que parte de la caída de consumo que produjo en el en el último trimestre "se debió también a la falta de publicidad, a este tipo de incertidumbre que generó este anuncio", dijo Calvete.

Comentó que se van a emitir unas 100.000 Supercard que coexistirán con las 22 millones de plásticos.

Anticipó que la intervención del Estado fijando las comisiones ya produjo un efecto positivo "muchos bancos, que son propietarios de las grandes marcas de tarjetas, ya están teniendo reuniones con distintas asociaciones, cámaras...". Cabe recordar que la Supercard estableció cobrarles a los comercios adheridos un 0,75% de comisión contra el 3% que cobran el resto de los plásticos.

La nueva tarjeta a medida que pase el tiempo y las ventajas realmente existan, la gente que no es tonta, se puede llegar a adherir", concluyó Calvete.


El pan de cada día, un problema imperdonable


El pan de cada día, un problema imperdonable

Matías Tombolini Econimista

Días atrás hemos visto como el precio del pan se disparaba a $ 20 pesos por kilo, al mismo tiempo que la docena de facturas alcanza los $ 36 en muchos barrios porteños. Es decir, es más barato dar la vuelta a la ciudad de Buenos Aires en subte que desayunar una simple medialuna.
Mas allá de acuerdos y lanzamientos del pan a $ 10 pesos el kilo –que tienen mucho de anuncio pero poco de realidad en los mostradores– lo cierto es que la situación no está aislada de una crisis que tiene al campo, otra vez como gran protagonista.
La tonelada de trigo en el Mercado a Término de Buenos Aires cotizaba en torno a los u$s 500 lo que tuvo como reflejo que la bolsa de 50 kgs de harina, insumo básico del pan, se llegara a vender a $ 300 (IVA incluido) cuando hace menos de doce meses su precio rondaba los 120. De ahí a la suba del precio del pan hubo sólo un paso.
Recordemos que en 2009 el kilo de pan francés, la bolsa de harina y la docena de facturas costaban $ 6, 45 y $ 9 respectivamente, es decir que hasta aquí han sufrido aumentos del orden del 200, 300 y 560% en cada caso.
Detrás de la suba del precio del trigo lo que hay es un récord, pero negativo, ya que hemos tenido la peor cosecha en mas de 110 años. En la campaña pasada se sembraron 3 millones de hectáreas de este cereal mientras que en 2007 se sembraban 6 millones. La cosecha entonces pasó de 18 a 9 millones de toneladas, siendo el consumo doméstico de aproximadamente 6 millones, el excedente quedó para exportar. También hay que considerar que la cosecha no necesariamente llega toda junta sino que es algo que sucede a lo largo del tiempo, y como esto es un flujo constante, cualquier desfasaje temporal genera faltantes y eso fue lo que pasó.
Es decir que los molinos se quedaron sin trigo para procesar, salieron a pagar cualquier precio por ese insumo y la harina se fue a las nubes.
Se analizó importar trigo, ya que en el mercado internacional cuesta la mitad, pero hubiera sido un papelón para el gobierno.
Se dijo también que esta crisis era responsabilidad del sector, que había gente operando contra los intereses del conjunto y demás argumentos que chocan con el sentido común dado que solamente basta preguntarse: ¿Si hay intereses espurios, por qué operan recién a partir de este año, y no lo hicieron antes durante la ultima década?. Si bien es cierto que hay avivadas en la cadena de valor, ¿qué cambió en su composición como para que esto tome por sorpresa a las autoridades? ¿Es razonable pensar que detrás del precio de los alimentos que no paran de subir existe un grupo de conjurados que solo buscan perjudicar a los argentinos? ¿No sería mas fácil suponer que si se interviene en un mercado permanentemente y este deja de ser razonablemente rentable, los productores irán a otro cultivo como lo es la soja cuyo rendimientopor hectárea es similar al del trigo? ¿Acaso esto el gobierno no lo sabía?
Este caso es una muestra más que en materia agropecuaria las políticas de corto plazo no son las más efectivas para el bienestar de conjunto. Tal vez sería necesario interactuar con los sectores escuchando sus propuestas y no mirándolos como enemigos. En un país donde se puede producir alimentos para 400 millones de personas , tener problemas con el pan parece casi un pecado imperdonable



martes, 2 de julio de 2013

¿Qué toman los argentinos?: revelan cuáles son las bebidas más consumidas


¿Qué toman los argentinos?: revelan cuáles son las bebidas más consumidas

         
Un estudio realizado por la consultora Kantar Worldpanel muestra qué productos son los preferidos a la hora de calmar la sed. Desde el mate hasta las gaseosas, conozca las opciones que los consumidores eligen en su día a día  

El mercado de las infusiones ofrece una amplia variedad de alternativas para los diferentes momentos del día.
De hecho, nueve de cada 10 individuos toma al menos una bebida durante el almuerzo y la cena y siete de cada 10 lo hacen entre comidas.
Las más frías son elegidas en seis de cada 10 ocasiones y las gaseosas, las preferidas para acompañar las comidas para el 80% de los argentinos.
En cuanto a las infusiones, el 70% de los consumidores toma mate -tanto en el trabajo como en la casa de los amigos-, relegando el café para el momento del bar.
Los datos surgen del estudio Diario de Consumo que realiza Kantar Worldpanel, el que analiza las actitudes de los consumidores en base a un relevamiento de consumo de individuos mayores de 12 años.

Dentro y fuera del hogar
"En promedio una persona consume ocho opciones de bebida por semana y tres tipos de ella por día.

El mate y el agua están presentes a diario pero si se considera el acumulado semanal las gaseosas cobran más importancia", explica Federico Filipponi, Expert Solutions Manager de Kantar Worldpanel.
Además, agrega: "Por otro lado, sólo el 20% de estos productos se toman fuera del hogar, principalmente en el lugar de trabajo".
El estudio Diario de Consumo también revela que más de la mitad de los consumidores (el 55%) opta por jugos en polvo en sus casas.

Cada bebida en su ocasión
En cuanto a las bebidas colas regulares éstas son elegidas mayoritariamente por los niveles sociales más bajos, en compañía de familiares, amigos o con la pareja, cuando se busca algo sabroso, satisfacer un antojo o acompañar una comida.

En relación a las aguas saborizadas, la mitad de los argentinos las prefieren, registrándose un mayor consumo individual en contraposición al las gaseosas que es más familiar.
En tanto, el principal motivo de la opción por las sin gas es "porque quitan la sed", pero cuando se busca algo sabroso se opta por las saborizadas con gas.

Los hábitos al momento de tomar infusiones
Algunos de los datos que se desprenden del informe son los siguientes:

· Las 8hs. y 18 hs. son los horarios con mayores ocasiones de consumo de infusiones.
· El mate, el té y el café se beben menos durante el fin de semana, a excepción del mate.
· Casi el 70% de los argentinos toma mate, intensificándose su consumo a partir de los 25 años.
· El trabajo y la casa de amigos son los principales lugares para el mate, mientras que en el bar se suele pedir café.

A lo largo del día
El documento también arrojó información sobre cuándo es el momento del día ideal para las distintas opciones de bebida.

En esta línea, el estudio indica que:
· Casi una de cada dos personas desayuna mate, mientras una de cada tres toma café con leche.
· Más del 50% almuerza con gaseosas. Aguas y jugos en polvo también se encuentra entre los más elegidos para este momento del día.
· Aguas y café son las preferidas después del almuerzo.
· Leche chocolatada, té y mate se consumen más a la hora de la merienda.
· El momento para el yogurt y aguas saborizadas es antes de la cena.
· En las comidas nocturnas se prefieren las gaseosas (58%), seguidas por las aguas (43%) y los jugos en polvo (40%).

Sobre Kantar Worldpanel
Kantar Worldpanel es una consultora especializada en conocimiento y comprensión del consumidor.

Sus estudios combinan análisis y herramientas de investigación de mercados a medida para facilitar tanto la visión global como los pequeños detalles que inspiran acciones para el éxito de sus clientes.
Su conocimiento sobre lo que la gente compra o usa - y por qué - es utilizado por marcas, distribuidores y administraciones públicas en todo el mundo.


El congelamiento perjudica al consumidor


El congelamiento perjudica al consumidor

Guillermo Sabbioni Director de la Licenciatura en Economía de la Universidad Católica Argentina

En un dictamen emitido en el año 2005, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) concluyó que las principales empresas cementeras del país habían violado la Ley de Defensa de la Competencia (LDC), al dividirse el mercado y acordar precios durante años. Cuando se analiza el dictamen en detalle, surgen similitudes entre dicho acuerdo colusorio ilegal y el actual congelamiento de precios, que nos ponen en presencia de una paradoja, dado que el acuerdo colusorio de las cementeras fue castigado por el Ministerio de Economía –a través de la CNDC– mientras que el actual acuerdo de congelamiento estaría impulsado por el mismo ministerio, a través de la Secretaría de Comercio Interior.
Las similitudes entre el congelamiento actual y el acuerdo colusorio de las empresas fabricantes de cemento portland, sugieren que el congelamiento actual podría estar violando la LDC, la cual establece que coordinar precios entre competidores es ilegal. En otras palabras, sería el Ministerio de Economía el que estaría violando la legislación destinada a resguardar el bienestar económico general, de cuyo cumplimiento debe ocuparse el propio ministerio a través de la CNDC. Asimismo, además de ser contrario a la ley, la CNDC explica que fijar precios en forma coordinada tiene efectos negativos para los consumidores.
Según el dictamen de la CNDC, el sistema estadístico que había montado la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) se convertía en una plataforma que permitía el intercambio de información entre competidores, facilitando de esta manera el establecimiento de acuerdos colusorios tácitos en el futuro. En el caso del congelamiento actual, el propio Ministerio de Economía estaría recopilando información competitivamente sensible, de la misma manera que lo hacía la AFCP en el mencionado caso de colusión. En virtud de esto, el actual congelamiento estaría favoreciendo la posibilidad de que exista colusión futura, debido a que las empresas estarían compartiendo información competitivamente sensible, aunque el contacto entre ellas no sea directo sino a través de un intermediario.
Adicionalmente, en dicho dictamen la CNDC indirectamente señala que el establecimiento de precios congelados resulta en la imposibilidad de competir, ya que elimina el incentivo a ofrecer menores precios. Esta conclusión puede derivarse del análisis que hizo la CNDC respecto de cómo funcionaba el acuerdo colusorio de las cementeras en el marco de precios máximos de los años ochenta. En particular, la CNDC destaca que el establecimiento de precios máximos no impedía que las empresas cementeras compitieran entre sí, ya que siempre podían cobrar precios menores a los máximos establecidos. De esto se desprende que si en vez de establecer precios máximos estos se congelan, siendo imposible que suban o bajen se está eliminando la chance de competir, tal como destaca la CNDC.
A su vez, en el mismo dictamen la CNDC resalta la importancia del monitoreo en los acuerdos ilegales de precios, de manera de permitir que se sostengan en el tiempo. En el caso del cartel de las cementeras, el sistema estadístico implementado por la AFCP permitía auditar que el acuerdo estaba siendo cumplido por los participantes. De la misma manera, en el congelamiento actual existiría también un monitoreo (plan ‘Mirar para Cuidar’), llevado a cabo por organizaciones que se encargarían de corroborar que los precios no se desvíen de los valores preestablecidos. Es interesante destacar que el mero hecho de que exista un mecanismo de control presupone que hay algo para verificar. Por lo tanto, la existencia de un proceso de control es un reconocimiento de que existe un acuerdo por detrás, que es ilegal según la LDC, y que tiene efectos perjudiciales para el bienestar económico, tal cual expresa la CNDC.
En resumen, resulta curioso que el Ministerio de Economía proponga multas para quienes participaron de un acuerdo ilegal, y que al mismo tiempo coordine la fijación sincronizada de precios para un gran número de productos. El paralelismo entre ambos procesos de fijación de precios es llamativo e invita a la reflexión, debido a la gravedad institucional que estaría implicando y debido a los perjuicios ocasionados a los consumidores, tal cual lo explica el propio ministerio a través de la CNDC.



lunes, 1 de julio de 2013

"Pimpi" Colombo dijo que Supercard significará un impulso para el consumo


"Pimpi" Colombo dijo que Supercard significará un impulso para el consumo


La subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila `Pimpi´ Colombo, destacó que la utilización de la tarjeta Supercard para realizar compras en los supermercados "significará una transferencia de recursos que va del sistema financiero al consumo y al comercio".

En ese sentido, la funcionaria precisó que este plástico tendrá una tasa de interés menor al 22 por ciento anual, cuando el promedio del resto de las tarjetas es del 64 por ciento anual.

Por otra parte, `Pimpi´ Colombo se refirió al encuentro de la víspera donde se presentó formalmente la tarjeta y dijo que "una reunión que tuvo lugar ayer del consejo asesor de la tarjeta Supercard en el Mercado central se convirtió en un acto".

Indicó que en la reunión del consejo asesor de la Supercard estuvieron presentes también las cámaras de supermercados regionales (CAS y FASA), las cámaras de supermercados chinos (CEDEAPSA y CASRECH), entidades de almacenes, calzado, textiles y farmacéuticos, y representantes de casas de electrodomésticos y hamburgueserías, todos rubros que adherirán al uso de la tarjeta.

Recordó, además, que dentro del consejo están asociados los supermercados Coto y la Cooperativa Obrera, y que se incorporaron como adherentes plenos las cadenas WalMart, Carrefour y Jumbo.

Sobre el congelamiento de precios, la subsecretaria de Defensa del Consumidor recordó que rige respecto de los 500 productos acordados y que está vigente con valores de febrero último.

En ese marco, Colombo afirmó que "no hay problemas con los 500 productos", y resaltó que cada hipermercado tiene su correspondiente lista publicada en sus páginas web, al igual que en el sitio oficial de Internet de la Subsecretaría.

Finalmente, negó que haya faltantes en las góndolas, señaló que "hay cosas que si están baratas se liquidan bastante rápido" y reiteró que "no estamos teniendo problema" de abastecimiento.


Supercard: el Gobierno quiere que se use para comprar desde remedios a una "cajita feliz"

        
Finalmente, este miércoles se lanza al mercado el plástico propuesto por la Secretaría de Comercio Interior. Los expertos advierten que, para captar la atención de los consumidores, deberá ofrecer "beneficios superadores" respecto de los que ya están otorgando las tarjetas existentes
Por
 
Llega el día. Este miércoles, tras varios intentos fallidos para lanzar al mercado la Supercard y con una aplicación bastante menos ambiciosa de la que se suponía iba a tener cuando fue concebida su emisión, los argentinos van a poder a acceder al plástico.
En principio, se esperaba para los primeros días de abril pero su salida al mercado fue postergada en dos oportunidades hasta que, finalmente casi tres meses más tarde, comenzará a circular.
"Su lanzamiento se pospuso varias veces. Iba a estar lista para principios de abril, luego dijeron que saldría el 1° de junio y ahora aseguran que llega el día 26", remarcó Emiliano Schwartz de la consultora Tomadato.
La tarjeta tiene un fondo negro y presenta un logo del Banco Hipotecario. Se podrá gestionar en los próximos en los principales supermercados del país y podrá utilizarse también en casas de electrodomésticos y farmacias.

Según fuentes del sector, el primer plástico será emitido para la presidenta Cristina Kirchner.
Un aspecto a destacar de la nueva tarjeta tiene que ver con su alcance.
Si bien, en un primer momento, se suponía que iba a reemplazar al resto de los plásticos, lo cierto es que la
Supercard saldrá a competir como uno más, lo cual es considerado todo un "desafío" de acuerdo con los expertos en consumo.
En este sentido Schwartz vaticinó: "Va a ser complicado salir a pelear con el resto de las propuestas que hoy existen en el mercado".
De hecho, al ingresar en la página del Banco Central, ya se puede ver que el nuevo producto aparece formando parte del listado que agrupa a las distintas tarjetas.

De esta forma, este medio de pago impulsado desde la Secretaría de Comercio Interior será, junto con los listados de los 500 productos lanzados el sábado 1° de junio, una de las armas con las que el Gobierno dará pelea a la inflación a menos de dos meses de las elecciones primarias.

La tercera es la vencida
Tras una serie de anuncios fallidos, finalmente los argentinos podrán acceder a la famosa Supercard.
Los analistas en consumo explican que los casi tres meses de retraso en la llegada de la tarjeta a las góndolas obedecen a las dificultades que presentó la implementación de esta ambiciosa iniciativa.
Es que "el modus operandi necesario para llevar a cabo esta apuesta no es sencillo porque requiere de un respaldo económico importante", comentó Schwartz.
La Supercard será administrada por una sociedad conformada por los supermercados Coto y Cooperativa Obrera de Bahía Blanca, las cadenas de electrodomésticos Frávega y Garbarino, la Corporación Mercado Central y el Banco Hipotecario.

Beneficios extra: la clave del éxito de la nueva tarjeta
Si algo no se puede negar es que, a la hora de ir a comprar al supermercado, los argentinos cuentan con un amplio abanico de opciones que -aunque más acotadas que en años anteriores- les permiten ahorrarse unos pesos.
De hecho, actualmente las promociones funcionan como una especie de commodity, más que como un valor diferencial.
Y, en este contexto, la llegada de un nuevo plástico que brinde descuentos no resulta, en principio, demasiado llamativo para los argentinos.
Por eso, según los expertos en la materia, para que la Supercard sea un verdadero "triunfo" tendrá que ofrecer alguna rebaja extra.
Para el economista Mariano Otálora, "el éxito de la medida va a depender casi exclusivamente de que los descuentos que se ofrezcan sean buenos".
Es decir, para que los consumidores se vean tentados a hacer el trámite necesario para obtener la tarjeta, la oferta de beneficios de este producto debe ser superadora en relación con los que se otorgan en el mercado.
"Si se ofrece alguna ventaja adicional, la gente se va a pasar a este sistema", anticipó Otálora.
Sin embargo, al menos por el momento, no se dio a conocer información acerca de cuáles son las facilidades que brindará este nuevo plástico.
A su vez, Schwartz adelantó que "la Supercard va a tener que brindar no solamente descuentos, sino también cuotas para empatar a la oferta actual".

Mitos y verdades
Cuando se habló por primera vez del plástico anunciado por la Secretaría de Comercio Interior se difundieron una serie de datos sobre el nuevo producto que fueron modificados con el transcurso de los meses.
Por ejemplo, se decía que la tarjeta reemplazaría al resto de las opciones dentro de los supermercados. Y también que el Banco Nación sería el encargado de su emisión.
Sin embargo, a medida que pasaron las semanas, se fue rectificando la información divulgada y se aclaró que la Supercard competiría en los súper como una tarjeta más.
Y se puntualizó que la entidad que tendrá a su cargo el lanzamiento del plástico será el banco Hipotecario.
Por otra parte, la empresa que operará este medio de pago será Starshop, encargada actualmente de Tarjeta Shopping.
En tanto, el nuevo plástico tendrá como adherentes a Jumbo, Disco, Vea, Carrefour, Walmart, Red Megatone y Musimundo.
A su vez, otras organizaciones ya anunciaron que la aceptarán en sus negocios. Particularmente, la Cámara Argentina de Supermercados, la Federación Argentina de Supermercados y Afines, la Cámara de Supermercados Chinos (CASRECH) y los del sudeste asiático (CEDEAPSA).
La Supercard también podrá usarse para pagar en las farmacias y perfumerías, e incluso en McDonald´s.

Silencio de radio
Algo que llama la atención de los expertos en consumo es que, hasta ahora, son muy pocos los datos que se dieron a conocer sobre el nuevo plástico promocionado por el Ejecutivo.
A diferencia de la "lista de los 500 productos", que se difundió unos días antes de salir en los supermercados, los detalles sobre la Supercard son -prácticamente- un verdadero misterio.
"Se sabe muy poco acerca de cómo funcionará y todavía no se conoce cuáles serán los beneficios que ofrecerá", indicó a iProfesional Claudia Collado, titular de la entidad Acción del Consumidor (ADELCO).
Y mencionó, además, que es llamativo que se postergue tanto la difusión de las características de este sistema de pago: "La información ya tendría que estar disponible".
Por su parte, Otálora señaló que el gran interrogante a responder es puntualmente "cuál va a ser el diferencial que este plástico ofrecerá con respecto a los que ya están circulando".
Una vez que se revele este secreto, dijo el economista, "hay que ver cómo reaccionan los bancos que no van a querer quedarse atrás en la oferta de beneficios".

El Gobierno "ajusta las tuercas" de cara a las primarias
Con la llegada de la Supercard se cierra un mes de grandes apuestas oficiales para combatir la suba de precios en las góndolas e inducir al consumo.
La primera semana de junio la gran estrella de los supermercados fue la curiosa lista de los 500 productos que seguirían "congelados" (Lea más ¿Quién armó la lista "de los 500"?: faltan alimentos, sobran tinturas de pelo y limpiadores).
Y la llegada del plástico pospuesto desde abril también constituye una iniciativa en pos de estimular el nivel de consumo, en un contexto en el que predomina la cautela a la hora de las compras.
Otálora afirmó que "con este tipo de medidas, el Gobierno quiere intervenir en el tema precios y moderar la inflación".
En la misma línea, Schwartz remarcó que la nueva tarjeta "intenta ser un paliativo más para impulsar el consumo".
Y concluyó: "Con estas iniciativas solas no alcanza, pero puede funcionar como un granito de arena más para despertar las adormecidas compras".



Promociones blue: los comercios ahora ofician de casas de cambio y toman dólares a más valor que el oficial


Promociones blue: los comercios ahora ofician de casas de cambio y toman dólares a más valor que el oficial

         
Los locales de los shoppings y comercios a la calle no consideran el valor fijado por el Banco Central. Los carteles en vidriera brillan por su ausencia y la negociación es puertas adentro. Al no haber parámetro, el valor del billete verde pasó a ser una estrategia de ventas. ¿Qué dice la normativa?
Por

Tomar dólares al tipo de cambio oficial no es, precisamente, algo que se respete a rajatabla en los comercios a la calle o en los que funcionan dentro de los grandes shopping.
Y esto queda comprobado al preguntar qué valor consideran para la divisa estadounidense, al momento de consultar por la compra de indumentaria o al pedir la cuenta en un restaurant.
En la actualidad, una gran cantidad de establecimientos -llegado el caso de tener que oficiar de "casa de cambio"- no considera la cotización oficial como valor de referencia.
Predomina la "moda celeste tirando a blue", lo que mejora el poder adquisitivo de los turistas que llegan al país que, por cierto, están anoticiados de que pueden conseguir más moneda local por los billetes verdes que llevan en sus billeteras.
La cotización dista de ser es uniforme. En una visita a uno de los centros comerciales más importantes del país -emplazado en el barrio de Palermo- iProfesional.com pudo comprobar que cada empresa adopta su propio sistema de conversión.
Algo que sí tienen en común la mayoría es que aceptan un valor por encima de los $5 que establece el Banco Central, lo que les posibilita atraer a los extranjeros ofreciéndoles un tipo de cambio más favorable.
Esto hace de contrapeso a la caída del turismo en el país que, de acuerdo con los datos del INDEC, en enero fue superior al 12% con respecto a 2012.
El abanico de cotizaciones que se puede observar al ir de "shopping" es amplio y va desde los $5,50 hasta los 7 pesos.
"En general, la mayoría de las marcas toman para la conversión un valor intermedio entre el oficial y el paralelo", cuenta el economista Mariano Otálora.
Y agrega que, en este terreno, "hoy el precio legal es ficticio, ya que no funciona como referencia casi para nadie".
Los expertos explican que las diferencias de cotización entre los distintos comercios son consecuencia de una pelea entre las marcas por captar a los turistas, algo que cobra suma relevancia en los tiempos que corren.
 
Cada marca con su cotización
Al caminar por un shopping, resulta fácil apreciar que muy pocos negocios exhiben el cartel en vidriera que indica a cuánto toman el dólar. Para saber qué consideran los consumidores deben ingresar al local y preguntar.

Existe una diferencia muy marcada.
• Las grandes cadenas de electrodomésticos o algunas firmas internacionales, como la textil Zara, son las que bajan una línea más clara a los encargados de los puntos de venta respecto de cuál debe ser el tipo de cambio. En general, por cuestiones de administrativas y de control, refieren al oficial.
• Los dueños directos de comercios chicos o casas de ropa nacionales se mueven con mayor elasticidad. "Se fija el valor según la procedencia del turista y la mayor o menor necesidad que tenemos de vender el producto que consulta", reconoció el titular de una casa de cuero y marroquinería.
"Lo tomamos a $6,0", contesta el encargado de un local de ropa que apunta al segmento adolescente, ubicado en el primer piso del centro comercial de Palermo. Desde otro negocio que vende ropa para mujeres una de las vendedoras afirmó que lo reciben a ese mismo precio.
En los shopping a "cielo abierto", como el que funciona en cercanías a la Plaza Serrano, el panorama es similar.
"Lo tomo a $6,50", respondió un comerciante a una pareja de brasileños, cuya mujer se mostraba interesada en adquirir bijouterie.
En el caso de otro shopping, cercano a la avenida Figueroa Alcorta, la encargada de una reconocida marca de indumentaria, unisex ubicada en planta baja, señaló que en esa casa el dólar lo convierten a $7,00.
Para el caso de una firma que vende carteras, zapatos y accesorios de cuero, "su" tipo de cambio es de $6,00.
En otro rubro, el gastronómico, sucede algo similar. En particular, en aquellos emplazados en áreas turísticas.
Por ejemplo, un restaurant de pastas ubicado en Puerto Madero utiliza la conversión blue para los extranjeros.
 
Mejor blue que tarjeta
Esta modalidad de no considerar el tipo de cambio oficial encuentra algunos explicativos.

"Es una forma de reducir el pago con tarjeta, evitar gastos y comisiones y, en cambio, hacerse de dólares sin tener que recurrir a una cueva", dijo a este medio un empresario del sector textil que pidió reserva de identidad.
La actitud de los comerciantes de desincentivar el uso de plásticos por parte de los turistas coincide con lo que ellos mismos quieren hacer.
De hecho, una de los cambios de hábito que observan quienes están a cargo de los puntos de venta es la menor utilización de tarjetas de crédito, sencillamente porque saben que no les conviene.

En el caso de que el negocio tome sus divisas a valor blue, esto les representa un descuento cercano al 50% (en pesos) sobre el producto que deseen adquirir.
"Al extranjero le sale más caro abonar con crédito o débito porque en estos casos sí que tiene que pagar al dólar oficial", argumentó Otálora.
"La cotización depende de cada marca y del tipo de negocio al que se ingrese", destacó el economista.
Por otro lado, el valor que se le asigna al billete verde se ha transformado en una estrategia comercial para incrementar las ventas.
Es que, al no haber uniformidad en la conversión, cada uno pone "su" valor, que será mayor cuanto más necesidad tenga el comercio de achicar stock o hacerse de caja.
 
Decime cuál, cuál, cuál es tu dólar
Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Fabián Castillo explica que la pelea entre las marcas por seducir a los viajeros se da como consecuencia de dos factores:

Ventas estancadas en shoppings: según datos difundidos por el INDEC, la facturación en enero de este año presentó un marcado amesetamiento respecto al mismo mes de 2012. Esto, en un contexto de suba de costos, produce un fuerte impacto en la caja de las compañías.
Menor flujo de turistas en el país: "Las marcas buscan seducirlos en un escenario de caída de la actividad. En los comercios están circulando menos dólares porque hay menos extranjeros. Por eso, el comerciante busca atraerlos de alguna forma", dice Castillo.
Fuentes del sector señalan que, en la mayoría de los casos, la cotización es un asunto que "se negocia" puertas adentro del local.
Los turistas llegan al país conscientes del desdoblamiento cambiario, consultan antes de comprar y eligen aquellos establecimientos que les ofrecen más pesos por sus billetes verdes.
"En general, concretan la compras en los locales en los que les hacen rendir más sus billetes verdes", señala Castillo de la CAME.
 
¿Qué dice la ley?
Si bien el valor del dólar se ha vuelto una poderosa herramienta a la que las marcas apelan para hacerse de billetes verdes, la normativa vigente es bien clara sobre los límites que tienen los comercios para evitar que éstos funcionen como casas de cambio.

Tanto la Ley Penal Cambiaria como la Ley Penal Tributaria prevén penas de prisión de hasta ocho y nueve años respectivamente para quienes incumplan con la normativa.
De acuerdo con la reglamentación vigente, las facturas respaldatorias de una transacción deben contener la siguiente leyenda: "Las operaciones en moneda extranjera que no tengan un tipo de cambio propio debidamente autorizado se convertirán al tipo de cambio vendedor del Banco de la Nación Argentina, al cierre del día anterior (...)".
En tanto, la Ley Penal Cambiaria establece que serán reprimidas las siguientes conductas:
• Toda negociación de cambio que se realice sin intervención de una institución autorizada para efectuar dichas operaciones.
• Operar en cambios sin estar autorizado a tal efecto.
• Toda falsa declaración relacionada con las operaciones cambiarias.
• La omisión de rectificar las declaraciones producidas y de efectuar los reajustes correspondientes si las transacciones reales resultan distintas de las denunciadas.
• Toda operación de cambio que no se realice por la cantidad, moneda o al tipo de cotización, en los plazos y demás condiciones establecidos por las normas en vigor.
• Todo acto u omisión que infrinja las normas sobre el régimen de cambios.
"Los negocios que toman los dólares a un valor por encima del mercado oficial ofician de comercio y de casa de cambio a la vez", señala el consultor tributario Alberto Romero.
Este especialista puntualiza que se pueden dar cuatro situaciones diferentes:
• Factura en pesos y cobro en pesos.
• Factura en dólares y cobro en dólares.
• Factura en dólares y cobro en pesos.
• Factura en pesos y cobro en dólares.

"Las dos primeras situaciones son totalmente legales", indicó.
"El tercer caso está admitido y no implicaría una operación de cambios, puesto que el vendedor acepta cobrar en moneda de curso legal una operación pactada en moneda extranjera", explica el experto.
Por último, la situación descripta en el cuarto ítem es la que reviste el carácter de infracción porque, implícitamente, hay una operación de cambios ilegal.
Esto es así ya que el comerciante está haciendo una transacción en pesos y la cobra en dólares los cuales negocia a un valor que fija libremente con el cliente.
Cabe destacar que los puntos de venta no tienen obligación de exhibir algún tipo de cartel que muestre la cotización utilizada para el billete verde.
Si bien la tendencia generalizada es a "inflar" el valor del dólar para captar a más turistas, existen casos "curiosos" en los que los comerciantes ofrecen un valor menor al tipo de cambio oficial.
Lo que ocurre en estas ocasiones, explica Castillo desde la CAME, es que "la cotización se usa de un modo meramente especulativo", con el objetivo de hacerse de más billetes verdes.
 

Extranjeros en el país gastan con tarjetas de crédito un 55% menos que hace un año

         
A lo largo del primer trimestre del año, el caudal de turistas provenientes del exterior cayó casi un 18% en términos interanuales. Fuentes del sector turístico consideran que la causa se debe al encarecimiento de los precios a nivel local en moneda extranjera
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A lo largo del primer trimestre del año, el caudal de turistas provenientes del exterior cayó casi un 18% en términos interanuales. Fuentes del sector turístico consideran que la causa se debe al encarecimiento de los precios a nivel local en moneda extranjeraranjeros en el país gastan con tarjetas de crédito un 55% menos que hace un año
A esta altura de los acontecimientos, no es novedoso que el "cepo cambiario" terminó "lesionando" la oferta de divisas.
Con un objetivo explícito de "racionar" y disciplinar la demanda acorde a las cantidades disponibles para atenderla, el "efecto no deseado" de la medida resultó el impacto negativo sobre determinados rubros de la oferta.
Conclusión: el stock de Reservas Internacionales "pagó los platos rotos" con un descenso cercano a los U$S 8.300 millones (-18%) en los últimos doce meses.
En otras palabras, no existió margen de maniobra para pagar deuda pública con reservas, en tanto la oferta de divisas terminó copiando como si fuera un espejo al "torniquete" aplicado a la demanda.
En este aspecto, los ingresos por viajes y turismo receptivo representan un claro ejemplo de los efectos perniciosos que generaron las conductas restrictivas a la demanda al momento de computar los montos ofertados.
Concretamente, en los últimos tres trimestres relevados por el BCRA, las pérdidas interanuales promediaron el 40% (41,5% de descenso en el trimestre pasado), pudiendo estimarse que el rubro viajes y turismo habría dejado de ingresar un monto anual estimado en u$s 1.300 millones.
Una pregunta que puede efectuarse es si el turismo se contrajo en 40% o quienes ingresan al país redujeron sus gastos en 40%. Ni lo uno ni lo otro.
 
 
Esta monumental caída fue percibida claramente por las emisoras de tarjetas locales, ya que en diálogo con iProfesional, desde una de las marcas líderes afirmaron que los gastos por todo concepto de visitantes del exterior se derrumbó en el úlitmo año nada menos que un 55%.
Fuentes del sector agregaron que la aparición de un tipo de cambio paralelo y su posterior escalada, que favorece a los extranjeros que vienen con divisas en efectivo y las cambian en el mercado informal, ha sido un disparador muy potente para impulsar el consumo con plásticos. 
Las estadísticas revelan que -efectivamente- existe una reducción de viajeros hacia el país (tomando como referencia los ingresos aeroportuarios) del orden del 10% interanual para los últimos tres trimestres, en tanto que sus gastos presentan una declinación algo superior (cercana al 20%).
Esto permite obtener -al menos- dos conclusiones:
Existe un margen de divisas que traen viajeros y turistas que no pasa por el Banco Central;
• Los viajeros al país tienden a moderar sus gastos.

"En el primero de los casos, podemos concluir que estamos en presencia de una clara fuga de divisas hacia la marginalidad que podríamos ubicarla en torno al 50% de las divisas turísticas resignadas en el último año", sostienen desde AMF.
¿Cómo se explica esta conducta? El informe de dicha consultora sostiene que "con un diferencial entre el tipo de cambio oficial y el "blue" que en los peores momentos rozó el 100% y en los mejores superó el 30%, fue grande la "tentación" para que las divisas pasaran lejos de las arcas del Banco Central y recalaran en manos de operadores privados que no forman parte del circuito formal de divisas.
"No obstante, la segunda parte de nuestras conclusiones está reflejando que no sólo ingresan menos viajeros sino que reducen sus niveles de gastos en el país", afirma Andrés Mendez, titular de la firma.
En tal sentido, es interesante analizar que sucede con los precios en nuestro país. "En este caso, los viajeros al país han afrontado un encarecimiento relativo de sus costos en la Argentina con relación a los vigentes en sus países de origen", comentó Méndez.
Por ejemplo, un turista español encontrará que sus gastos en nuestro país se han expandido casi 70% por encima de lo que aumentaron los de su país de origen si se toma como referencia al promedio del año 2007.
Mejor suerte, tiene un turista brasileño que "sólo" ha visto como la Argentina se encareció frente a Brasil en 47% tomando similares parámetros.
Claro que estas restricciones que impone el desprenderse de las divisas al tipo de cambio oficial, se "solucionan" si acude a la informalidad. En este caso, un brasileño debería recibir $/U$S 7,82 para estar en similares condiciones que en 2007 (un nivel asimilable a los que actualmente se transan en el "blue"), pero un español requerirá alrededor de $ 9 por dólar (o $/€ 11,70) para "salir hecho".
"Estos son los problemas que "cuestan" u$s 1.300 millones al año", concluye el informe de AMF.
Viajeros que advierten que ajustarse a la legalidad local "cuesta caro" y que si quieren reducir sus costos deben acudir al uso intensivo de billetes físicos. A la inversa de los argentinos, que circulan por el mundo maximizando el uso de sus tarjetas. Crease o no.

Cifras que preocupan
En los primeros cuatro meses de este año llegaron a la Argentina poco más de 800.000 turistas extranjeros, es decir 142.000 menos que un año atrás y 161.000 menos que en el primer cuatrimestre de 2011.

Los datos surgen de la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
De acuerdo con ese informe, solo en abril de este año el número de turistas fue un 18,3% menos que en el mismo mes del año pasado.
La cifra es relevante pues se trata de la caída interanual más pronunciada desde la que se registró en junio de 2011, cuando el sector empezó a mostrar números en rojo. En ese mes, la baja fue de 18,9%, pero respondió, principalmente, a la erupción del volcán Puyehue, cuyas secuelas en los vuelos a la región patagónica duraron varias semanas.
La merma en el número de ingresos se ha convertido en algo habitual en los dos últimos años, pues desde ese mes hasta abril de este año, el arribo de extranjeros al país registró caídas interanuales en 21 ocasiones.
Para numerosos analistas, el principal motivo que impulsa este menor ingreso es la suba de los precios internos medidos en dólares.
En sentido inverso, en los primeros cuatro meses de este año viajaron fuera del país 976.000 argentinos, 60.000 más que un año atrás y 190.000 más que en el primer cuatrimestre de 2011.
Pese a que en los últimos meses los argentinos fueron más cuidadosos con sus gastos fuera del país -como resultado del recargo de 20% que impuso la AFIP a las compras con tarjeta en el exterior, el balance entre los gastos de los extranjeros en el país y el de los argentinos en el exterior pasó de un superávit de u$s 344 millones en los primeros cuatro meses de 2011 a un déficit de u$s 223 millones en el mismo período de este año.


Venezuela "cortará el suministro" a vendedores ambulantes para combatir especulación


Venezuela "cortará el suministro" a vendedores ambulantes para combatir especulación

        
El titular del Instituto para el Acceso a los Bienes y Servicios aseguró que los distribuidores venden con "sobreprecio" y utilizan a los trabajadores informales para evadir la regulación de precios  

El titular del Instituto venezolano para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), Eduardo Samán, se comprometió a "cortarle el suministro" de alimentos a los trabajadores informales (buhoneros) para evitar la especulación con alimentos con precios regulados.
"A ellos (los buhoneros) le vamos a cortar el suministro porque le compran a unos distribuidores que venden con sobreprecio (...) lo vamos a hacer para que esos bienes, esos productos, la gente pueda adquirirlos a precio regulado", aseguró Samán, en una entrevista televisiva reproducida por americaeconomía.
El titular de la entidad aseguró que los distribuidores utilizan a los trabajadores informales para evadir la regulación de precios. Aseguró que las autoridades atacarán esta situación, respetando al buhonero.
Los trabajadores informales "pueden vivir sin tener que especular. Ellos pueden estar comercializando cosas que les pueden dar un beneficio sin tener que estar especulando", aseveró.


¿La Argentina que viene?: así controlan precios en Venezuela en súper, comercios y autos

        
En el marco del proceso que lleva acabo el Gobierno K, conviene echar un vistazo a lo que sucede en el país bolivariano. Resulta asombrosa la similitud al tiempo que permite anticipar la "maraña" de reglamentaciones que podrían darse en el plano local. ¿Cualquier parecido, pura coincidencia?
Por
 
"Vivimos como hace más de diez años Chávez prometió que no íbamos a vivir". La frase, pertenece a un empresario venezolano de San Cristóbal, muy cerca de la frontera con Colombia, entrevistado por iProfesional
Con esas palabras ilustra la situación de quienes, con el paso del tiempo, se sienten víctimas de la llamada "Revolución Bolivariana" de 1999, impulsada por el fallecido Hugo Chávez.
Con el correr de los minutos, el empresario en cuestión, dueño de un hotel y de un comercio familiar, irá dejando al descubierto las razones que justifican tal afirmación.
Y, en medio de la charla, también se hará un espacio para lanzar una impresión con tono de vaticinio: "En la Argentina, si no comienzan a ponerse en discusión la forma en la que muchos funcionarios plantean la realidad, sucederá lo mismo, por más que le digan otra cosa al pueblo".
Basta indagar la actualidad del país caribeño para comprobar que buena parte de las medidas que está tomando el kirchnerismo son, precisamente, un fiel reflejo de las que puso en práctica la llamada "Revolución Bolivariana".
En varios casos, con un nivel de similaridad que asombra.

Un primer ejemplo en esa dirección puede ubicarse en las restricciones vigentes para la compra de moneda extranjera.
Al igual que en la Argentina, los venezolanos deben solicitar al Gobierno un aval que les permita acceder a los dólares a cotización oficial o, caso contrario, tienen que recurrir al mercado paralelo.
Como sucede aquí, las autorizaciones oficiales en Venezuela son para compras mínimas y es común que la mayoría de los pedidos elevados al gobierno local resulten rechazados.
La diferencia entre una y otra cotización es abismal: mientras que el dólar a precio oficial se ofrece a poco más de 6 bolívares, en el circuito informal cuesta más de 28 bolívares. Es decir, cuatro veces y medio más.
Pero donde más se pueden ubicar puntos en común es en el control de precios que realizan ambos países para domar una inflación que, paradójicamente, registra los dos índices más altos de toda la región.
Es en ese aspecto que tanto Venezuela como Argentina llevan a cabo iniciativas muy similares, si bien la nación ahora gobernada por Nicolás Maduro lleva "la delantera" en lo que hace a implementación de un sinfín de regulaciones.
Esa diferencia, en cuanto a tiempos de puesta en marcha, es lo que permite "espiar" el paquete de medidas que podrían implementarse en el plano local de la mano del kirchnerismo.
La última muestra en este sentido se encuentra en el plan "Mirar para Cuidar" que Cristina concretó en los últimos días de mayo y para el que pidió la participación de la militancia y de jóvenes de La Cámpora.
"Mirar para Cuidar", representa ni más ni menos que una copia casi exacta de la función que en Venezuela lleva adelante desde hace años el Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis).
Y también coincide con el trabajo que hoy realizan la Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop), Almacenes y Depósitos Agrícolas (Sada) y la Guardia Nacional Bolivariana.
"Básicamente, estos organismos lo que hacen es dictar las reglas de lo que se puede o no comercializar en Venezuela. Y obligan a mantener estables los precios, más allá de que los costos de los comerciantes se incrementen", señaló a iProfesional el empresario consultado.
"Lo que esto fue haciendo -añadió- es generar un desabastecimiento creciente de muchos productos. Y no resolvió en nada el tema de la inflación, que este año llegará al 32 por ciento".

Entramado de controles
Detallar el funcionamiento de Indepabis permite ensayar un anticipo del camino que podría ir recorriendo el plan "Mirar para Cuidar" en la Argentina.

El organismo en cuestión, compuesto por civiles, tiene a su cargo la tarea de controlar cada precio que los comerciantes exponen al público. La actividad de Indepabis comienza en la misma página web del organismo.
En un apartado, y según lo establecido por el chavismo, los dueños de restaurantes, hoteles, bares, y otro tipo de emprendimientos (a excepción de los supermercados, que están sujetos a otros controles) están obligados a completar una serie de formularios en los que aparecen detallados las respectivas "cartas" de cada comercio (así se denomina a la lista de precios).
¿Qué objetivo persigue? Decirles a los particulares los valores que deberán abonar en cada uno de estos negocios, al tiempo que le da al Gobierno elementos de control.
"Cada uno debe completar los datos de su empresa, la estructura de costos y precios. Cada vez que quiera realizar alguna modificación, el comerciante debe explicar el porqué de ese cambio. Caso contrario, Indepabis puede multar y hasta clausurar el comercio por un año", explicó a iProfesional el encargado de un local de gastronomía de San Cristóbal.
La fuente consultada añadió que "la inflación, por ejemplo, no es argumento suficiente para justificar la suba de algún valor. Y esto empujó a que muchos hayan tenido que cerrar sus negocios".
Los datos deben ser cargados en un apartado de la página institucional de Indepabis identificado como SUR (Sistema Único de Registro). A continuación, un detalle del requerimiento:
¿Qué sucede si un comercio no comunica
al organismo una modificación de precio? "En caso de encontrar un cambio entre los datos volcados a la web del organismo y lo que figura en la carta del lugar, se precede a elevar una denuncia ante Indepabis para que éste concrete una inspección", expuso la fuente consultada.
Y añadió: "En la práctica puede intervenir Indepabis o la Guardia Nacional. Muchas veces lo hacen sin denuncia previa. Para evitar la clausura, no faltan los comerciantes que pagan coimas".
El accionar de Indepabis se intensificó en las últimas semanas a raíz del desabastecimiento de productos básicos. El chavismo se limita a culpar directamente a los privados de especular y de acaparar mercadería.

Supermercados bolivarianos
En simultáneo a los movimientos de Indepabis, otro ente oficial que controla lo que sucede con los precios en Venezuela es la mencionada Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop).

En este último caso, su función se ajusta principalmente a monitorear a los supermercados y almacenes (ver imagen). 
Sundecop también concentra su función en una página web en la que los comerciantes están obligados a trazar una verdadera "radiografía" de sus respectivas empresas.
Esto queda registrado en una plataforma denominada Sistema Automatizado de Administración de Precios (Sisap), que, luego de determinar los costos, se ocupa de fijar los precios máximos.
En la web de Sisap los empresarios tienen que aportar detalles, por ejemplo, del tipo de inmueble que operan, los insumos que utilizan, su estructura de gastos, la mano de obra que emplean con su respectiva carga horaria, los valores de importación y lo que abonan a distribuidores y mayoristas, entre otros tópicos.
Toda esa información luego pasa por el filtro de Sundecop, que será la encargada de extender o no la habilitación para que cada supermercado o almacén pueda abrir sus puertas.
Obtenido el aval, el comercio deberá someterse a un esquema de precios que surge de una fórmula que combina desde información de los productores de alimentos hasta la de los importadores, pasando por los datos publicados por los supermercadistas en Sisap.
Esto deviene en un apartado que explicita cuáles son los valores que deben encontrar los venezolanos en cada punto comercial.
La mercadería en cuestión se encuentra detallada en la web de Sundecop, en el apartado "Precios Máximos de Venta al Público", que presenta esta fisonomía:

Entre los productos incluidos en esa suerte de canasta básica bolivariana se encuentran jugos de frutas, compotas, agua mineral, jabón, champú y crema enjuague, pasta dental, desodorantes en barra, suavizantes para lavar la ropa, pañales, papel higiénico, máquinas de afeitar y una gran variedad de artículos.
Precisamente el grueso de estos productos -sujetos a los controles de precios- son los que hoy día no se encuentran en las góndolas de los establecimientos de las principales ciudades de Venezuela.
 
De autos a carnes, parte de la "revolución"
Desde hace escasas semanas, Sundecop también se ocupa de regular el mercado de compraventa de automóviles.

Así, los vehículos no siempre pueden venderse a precio libre de mercado, sino que su cotización surge también de un cálculo diagramado por el ente oficial.
En lo que hace a, por ejemplo, carnes, el chavismo tiene implementada una cadena de locales que ofrece cortes a precios especiales.

Pero, al igual que con muchos insumos básicos, la mayoría de estos puntos de venta carecen de toda la mercadería barata. Forman parte de la postal bolivariana las largas colas que se hacen desde la madrugada para ver si se puede acceder al menos a algún producto.
"El kilo de carne del Gobierno cuesta unos 28 bolívares (23 pesos argentinos), pero su stock dura muy pocas horas. Entonces a uno no le queda otra que ir a las carnicerías comunes donde el mismo kilo de carne cuesta 85 bolívares (71 pesos argentinos)", detalló Julio L., un empresario de Caracas.

Revolución...de faltantes
A la par de las complicaciones para hacerse de productos regulados, los venezolanos enfrentan desde principios de 2013 un fuerte escenario de desabastecimiento.
Harinas, azúcar, lácteos, determinadas carnes, vino, e incluso productos de aseo personal -como pastas dentales y papel higiénico- escasean en las góndolas, pese a la marcada vigilancia que mantiene el chavismo sobre los comercios.
Marcos S., ingeniero que vive en Caracas, señaló: "No se encuentran artículos a base de harina, ni aceite ni productos de limpieza. En Venezuela ya casi no se produce nada, y lo poco que se elabora se ´filtra´ hacia Colombia, porque da mayor rentabilidad venderlo en ese país".

Su visión es que "ya quedó demostrado, pese a la insistencia oficial, que el control de precios no ha servido para nada en nuestro país".
Señaló que "la gente debe hacer largas colas por un kilo de azúcar, porque no puede comprar más que eso por orden del Gobierno".

La paradoja de nadar en petróleo e importar naftas
Otro testimonio lo aporta Luis M., también de Caracas. De 54 años, este especialista en desarrollo informático con pasado reciente en la petrolera estatal PDVSA afirmó que "en una década la estructura económica de Venezuela retrocedió 25 años".
"Antes el país cubría al menos su consumo interno. Ahora nada, todo debe comprarse afuera. Pero se adquiere recurriendo a Cuba como intermediario, por lo cual el Estado paga mucho más que si comprara de forma directa", sostuvo a iProfesional.
"Cuba le vende a Venezuela casi todo lo que este país consume y, por acuerdos firmados por Chávez, el control de terminales aéreas y puertos está en poder de los cubanos. Todo eso ha generado una burocracia que atenta contra la población en general", añadió.
Para este técnico, un síntoma del retraso que sufre Venezuela puede ubicarse en la situación en la que se encuentra la actividad de extracción de hidrocarburos.
"La producción de petróleo viene en baja desde hace años. De hecho, Venezuela no produce sus gasolinas, sino que exporta el crudo y luego debe recomprar el producto terminado, es decir, las naftas", dijo.

"En PDVSA -agregó- hasta hace una década todo funcionaba automatizado. El país había hecho un gran esfuerzo por construir una petrolera de punta. Con el chavismo eso se derrumbó e incluso hay procesos que otra vez se hacen de manera manual. Cuesta creer que pase esto en el país del petróleo, pero es así".
Su conclusión final no es muy alentadora: "Para salir del atraso en el que nos hemos metido se necesitarán, cuanto menos, dos décadas de cambios y un fuerte trabajo por delante".



Piden pan, no les dan: no se consigue harina en los súper a un mes de lanzado "Mirar Para Cuidar"


Piden pan, no les dan: no se consigue harina en los súper a un mes de lanzado "Mirar Para Cuidar"

        
La preferencia por la soja y una cosecha no muy favorable complican el escenario y escasea este artículo en las góndolas argentinas. Los expertos prevén más complicaciones y subas de precios en fideos, pan y galletitas en las próximas semanas

En los últimos días, encontrar harina en algunos supermercados se ha convertido en todo un desafío. Principalmente, en aquellos de formato de cercanía y almacenes de barrio.
El tema de los faltantes resulta preocupante, dado que hay muchos alimentos que se elaboran con este insumo y son fundamentales en la mesa de los argentinos.
"Un 20% de los artículos que componen la canasta básica son derivados de la harina", explica a iProfesional Miguel Calvete, ex miembro de CASRECH y actual titular del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM).
Por esta razón, los expertos prevén que su escasez traerá como consecuencia fuertes subas de precios. Por ejemplo, en "galletitas, pastas frescas y secas y, por supuesto, el pan", indica Calvete.
De acuerdo con el supermercadista, estos aumentos se harán aún más notorios en las próximas semanas. "Hoy el kilo de pan supera los $14, pero de acá a dos meses se estima que podría alcanzar los $22", advierte.
En este sentido, Calvete puntualiza que "en tan sólo 60 días el valor de la harina se duplicó. Dos meses atrás, la bolsa de 50 kg. costaba entre $250 y $300. En cambio, hoy el precio que se paga por la misma cantidad llega a ser de $600".
Este no es el mejor escenario para el Gobierno a sólo un mes de las primarias, y a apenas cuatro semanas de haber presentado con bombos y platillos el nuevo congelamiento de precios.
Es que "la industria harinera necesita un total de seis millones de toneladas para el consumo interno y hoy hay disponibles tan sólo dos millones", destaca el titular de INDECOM.
Es por ello que existe el temor de que se produzca un desabastecimiento generalizado, dado que existen claras señales de faltantes en varios puntos de venta.

Góndolas sin harina revelan un problema de fondo
Las dificultades que las familias argentinas encontraron en estos días para conseguir harina en las góndolas, incluso en algunas grandes cadenas preocupa a los consumidores porque se trata de un insumo necesario para cocinar toda una serie de alimentos.

Pero, según los especialistas, los faltantes ponen en evidencia la existencia de un problema aún mayor.
"Se está produciendo menos trigo porque están creciendo, en su lugar, otro tipo de cultivos, como la soja".
A esto se suma que resta un tiempo considerable para la próxima cosecha que, según estimaciones de Pablo Adreani, analista de mercados agrícolas, tendrá lugar recién llegando a fin de año.
Además de la preferencia por otros cultivos por sobre la materia prima del pan, los expertos advierten sobre otras razones que afectan al mercado del trigo.
En este sentido, hacen referencia a que la última cosecha no fue muy favorable debido a las lluvias, lo cual redujo la producción de harina apta para ser consumida.
"La mitad del trigo obtenido no es de calidad panadera", puntualiza Adreani.
De acuerdo con el especialista, esta situación no es habitual porque, en general, la totalidad de lo obtenido suele ser útil para destinar al mercado local. Sin embargo, en este caso sólo el 50% sirve para este fin.
"Usualmente, el 100% de lo producido puede usarse para el consumo interno, pero esta vez se dio algo excepcional", manifiesta el experto.

¿Se viene el desabastecimiento total?
Los analistas advierten que el complejo panorama se podría agravar con el paso de las semanas.

En este sentido, indican que estas primeras señales de falta de harina se pueden potenciar en los próximos días, a partir del encarecimiento y desabastecimiento de sus derivados.
"La semana que viene seguramente se note más el impacto de las complicaciones en la producción en los supermercados", apunta Calvete.
En tanto, desde el sector agrario también remarcan la importancia de la situación y afirman que es posible que el escenario se complique aún más a medida que se acerque diciembre.
Es que "el balance está muy ajustado y hay un fuerte riesgo de desabastecimiento total, acentuándose la situación llegando a fin de año", indica Adreani.
Y concluye que "en el largo plazo pueden profundizarse todavía más los problemas".

Importar o aguantar: esa es la cuestión
El desabastecimiento de harina, a poco más de un mes de las elecciones primarias, se convierte en un verdadero problema para el Gobierno que, pese a haber puesto en marcha distintas iniciativas vinculadas con el consumo -tales como el congelamiento de precios y el lanzamiento de la Supercard-, sigue enfrentándose a las consecuencias de lo que algunos expertos consideran falencias del modelo.

En este contexto, son muchos los que indican como una posible solución la importación de harina, algo que resultaría un tanto polémico en un país que siempre fue considerado "el granero del mundo".
"La única solución viable a esta altura del partido es recurrir a la importación", apunta Calvete en diálogo con este medio.
Sin embargo, señalan los expertos, traer trigo de otros países implicaría reconocer fallas en la política de comercio exterior oficial.
No obstante, las góndolas hablan por sí solas y los analistas sostienen que, de no solucionarse el desabastecimiento, su impacto se hará sentir sobre el resto de los productos asociados a este insumo.
"De acá a dos meses, es posible que se complique más la situación si no se toma algún tipo de medida", advierte Calvete.

Las fallas del "plan 500"
Otro de los problemas que se le generan al oficialismo a partir de la falta de harina en las góndolas tiene que ver con que, a causa de ello, se va instalando entre los consumidores la idea de que el congelamiento de precios sostenido deriva, inevitablemente, en desabastecimiento.

Es que, si en abril (cuando el acuerdo de precios iba por su segundo mes) ya surgían denuncias de faltantes en las góndolas, a cuatro semanas de la implementación de la famosa "lista de los 500" los problemas de stock se acentúan.
Y las complicaciones que surgieron producto de las trabas en la cosecha no ayudan a que los supermercados puedan ofrecer la totalidad de la mercadería que aparece en la nómina.
Así las cosas, los especialistas destacan que, antes de surgir el problema de la harina, ninguno de ellos contaba con todos los productos del listado en todas sus sucursales.
El gran interrogante es cómo va a hacer el Gobierno para mantener los precios del listado de los 500 productos congelados en lo que respecta a los derivados de harina incluidos en el plan, tales como galletitas, distintas variedades de pasta y el pan.
Un ejemplo del ambicioso plan de congelamiento es la cantidad de opciones de galletitas que aparecen en la lista de precios freezados de Walmart 
Sobre este punto, Calvete se muestra crítico y hasta considera al listado "una tomada de pelo a los consumidores".
En el mismo sentido, Soledad Pérez Duhalde desde la consultora Abeceb indicaba oportunamente que "por ahora, en muchos casos no se consiguen todos los artículos que conforman la lista que difundió el Gobierno".
Y no sólo eso. También se aprecia que las empresas modificaron sus envases o la composición de los productos para saltear la medida.
En este sentido, Emiliano Schwartz desde la consultora especializada en consumo Tomadato apunta que "algunas de las marcas de limpiadores cambiaron su fórmula agregando un solo ingrediente para subir el precio".
En este contexto, en el cual el acuerdo deja entrever sus imperfecciones, el desabastecimiento de harina y el consecuente encarecimiento de sus derivados vuelve a exhibir una falencia del modelo justamente en el espacio al cual apuntan las últimas políticas de la Subsecretaría de Comercio Interior: las góndolas de los supermercados.


Panaderos ponen condiciones para llevar el precio del pan a $10 como pide Moreno

        
Se reunirán la próxima semana en Rosario. Reclaman que les garanticen un precio bajo de harina. El insólito plan del Gobierno para abaratar costos

Las distintas federaciones que agrupan a los panaderos de todo el país se van a reunir la semana que viene para debatir las dudas que les genera el precio puesto por el Gobierno para elaborar un pan a $10 el kilo, como exige el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para garantizar que el alimento esté en la mesa de todos los argentinos.
Algunos de estos puntos son, por ejemplo, qué porcentaje de la harina a $150 (en vez de los $270 a los que trepó la bolsa de 55 kilos) se les va a garantizar a los panaderos para elaborar el pan más económico y qué medida tomará el Gobierno para que el precio del resto de la harina no se siga disparando.
Los panaderos "estamos desorientados y tenemos incertidumbre", señaló el presidente de la Cámara de Panaderos de La Pampa, Miguel Tur al diario Clarín. "Cada cual se arregla como puede", siguió. "Los depósitos de harina no quieren vender porque no la pueden reponer.
Hace un mes el kilo de pan estaba a $12 en Santa Rosa, pero hoy algunas panaderías lo tienen a $18 y va a seguir aumentando", advirtió.
Según el directivo, "si se hacen números, se ve que el pan subió 50% en el último mes y la harina un 100%, pero como los incrementos de los insumos son constantes, no tenés ni tiempo de sacar bien las cuentas para saber dónde estamos situados", dijo.
Las inquietudes que buscan resolver los panaderos el martes o miércoles de la semana próxima, surgen del acuerdo que se conoció, el martes, entre la Federación de la Industria Molinera (FAIM) y el Centro de Industriales Panaderos de la Capital Federal, tras la presión de Moreno.
Según declaró José Álvarez, titular del centro de panaderos porteño, el acuerdo para vender el pan Felipe a $10 comenzará a cumplirse "a partir del lunes próximo, cuando los corredores entreguen las bolsas a las panaderías".
Mientras tanto, la Defensoría del Consumidor dirigida por María Lucila Pimpi Colombo, funcionaria del riñón de Moreno, lanzó el plan "Pan Calentito" con el que propone a los argentinos a elaborar uno mismo el alimento con la harina a precio congelado para contrarrestar la disparada del precio que en algunos lugares ya llega a $24 el kilo.

Causas
El miércoles, el presidente de la Asociación Argentina Pro Trigo, Domingo Capeloni, acusó a las "malas políticas" del Estado de ser las responsables de "lo que sucede con el trigo" que trae consecuencias directas en los precios del pan y otros alimentos que lo usan como materia prima.
Y advirtió: "Al tener los mercados cerrados, los productores dejaron de producir porque no podían venderlo. Eso fue lo que pasó y por eso tenemos la menor superficie sembrada de los últimos 110 años ", explicó el dirigente.
Luego, precisó: "No es por qué falte superficie, ni genética, ni tecnología. Falta trigo porque hay malas políticas y por las restricciones que puso el Estado sobre el mercado", dijo.
En tanto, el miércoles el precio del cereal en el Mercado a Término de Buenos Aires (MATBA) cayó otros u$s12 la tonelada, para estacionarse en 470 dólares.


El Gobierno negó desabastecimiento del pan

La subsecretaria de Comercio Interior, María "Pimpi" Colombo, rechazó problemas en la oferta. El precio del kilo sigue aumentando y denuncian faltantes por la crisis de la harina

La segunda al mando de la secretaría que conduce Guillermo Moreno, María Lucila Colombo, negó que haya desabastecimiento del pan.
"No tenemos problemas de desabastecimiento", aseguró en diálogo con radio Del Plata la funcionaria, al ser consultada por la oferta del producto elaborado a base de harina. 
Fernando Aguirre, de la Federación Argentina de Supermercados, fue más cauto al referirse sobre el alza y las existencias del pan, y reconoció dificultades al señalar que es "un tema que se le está buscando solución", porque es "un producto esencial para los consumidores"
En la última semana, se registró un incremento acelerado en el precio del kilo del pan que, dependiendo del barrio, se llegó a vender hasta 18 pesos. La tendencia alcista se explica a raíz de la caída de la producción del trigo y el encarecimiento de la harina, lo que llevó a generar algunos faltantes de artículos, como el caso del pan envasado.  
El titular de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevere, se refirió días atrás acerca del desplome del cereal. "El año pasado tuvimos la peor cosecha de 111 años con 9 millones de toneladas", sostuvo.
Ante esta situación, Guillermo Moreno acordó con el Centro de Industriales Panaderos de Buenos Aires y la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) la comercialización de pan felipe a $10 el kilo en los establecimientos. Además, pidió a los exportadores que volcaran 370.000 toneladas de trigo en el mercado interno para que haya más oferta para los molinos harineros.
En esta sintonía, el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, consideró que "está completamente asegurado el pan y la harina en la mesa de los argentinos", en el marco de la audiencia con la FAIM.