lunes, 1 de julio de 2013

Promociones blue: los comercios ahora ofician de casas de cambio y toman dólares a más valor que el oficial


Promociones blue: los comercios ahora ofician de casas de cambio y toman dólares a más valor que el oficial

         
Los locales de los shoppings y comercios a la calle no consideran el valor fijado por el Banco Central. Los carteles en vidriera brillan por su ausencia y la negociación es puertas adentro. Al no haber parámetro, el valor del billete verde pasó a ser una estrategia de ventas. ¿Qué dice la normativa?
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Tomar dólares al tipo de cambio oficial no es, precisamente, algo que se respete a rajatabla en los comercios a la calle o en los que funcionan dentro de los grandes shopping.
Y esto queda comprobado al preguntar qué valor consideran para la divisa estadounidense, al momento de consultar por la compra de indumentaria o al pedir la cuenta en un restaurant.
En la actualidad, una gran cantidad de establecimientos -llegado el caso de tener que oficiar de "casa de cambio"- no considera la cotización oficial como valor de referencia.
Predomina la "moda celeste tirando a blue", lo que mejora el poder adquisitivo de los turistas que llegan al país que, por cierto, están anoticiados de que pueden conseguir más moneda local por los billetes verdes que llevan en sus billeteras.
La cotización dista de ser es uniforme. En una visita a uno de los centros comerciales más importantes del país -emplazado en el barrio de Palermo- iProfesional.com pudo comprobar que cada empresa adopta su propio sistema de conversión.
Algo que sí tienen en común la mayoría es que aceptan un valor por encima de los $5 que establece el Banco Central, lo que les posibilita atraer a los extranjeros ofreciéndoles un tipo de cambio más favorable.
Esto hace de contrapeso a la caída del turismo en el país que, de acuerdo con los datos del INDEC, en enero fue superior al 12% con respecto a 2012.
El abanico de cotizaciones que se puede observar al ir de "shopping" es amplio y va desde los $5,50 hasta los 7 pesos.
"En general, la mayoría de las marcas toman para la conversión un valor intermedio entre el oficial y el paralelo", cuenta el economista Mariano Otálora.
Y agrega que, en este terreno, "hoy el precio legal es ficticio, ya que no funciona como referencia casi para nadie".
Los expertos explican que las diferencias de cotización entre los distintos comercios son consecuencia de una pelea entre las marcas por captar a los turistas, algo que cobra suma relevancia en los tiempos que corren.
 
Cada marca con su cotización
Al caminar por un shopping, resulta fácil apreciar que muy pocos negocios exhiben el cartel en vidriera que indica a cuánto toman el dólar. Para saber qué consideran los consumidores deben ingresar al local y preguntar.

Existe una diferencia muy marcada.
• Las grandes cadenas de electrodomésticos o algunas firmas internacionales, como la textil Zara, son las que bajan una línea más clara a los encargados de los puntos de venta respecto de cuál debe ser el tipo de cambio. En general, por cuestiones de administrativas y de control, refieren al oficial.
• Los dueños directos de comercios chicos o casas de ropa nacionales se mueven con mayor elasticidad. "Se fija el valor según la procedencia del turista y la mayor o menor necesidad que tenemos de vender el producto que consulta", reconoció el titular de una casa de cuero y marroquinería.
"Lo tomamos a $6,0", contesta el encargado de un local de ropa que apunta al segmento adolescente, ubicado en el primer piso del centro comercial de Palermo. Desde otro negocio que vende ropa para mujeres una de las vendedoras afirmó que lo reciben a ese mismo precio.
En los shopping a "cielo abierto", como el que funciona en cercanías a la Plaza Serrano, el panorama es similar.
"Lo tomo a $6,50", respondió un comerciante a una pareja de brasileños, cuya mujer se mostraba interesada en adquirir bijouterie.
En el caso de otro shopping, cercano a la avenida Figueroa Alcorta, la encargada de una reconocida marca de indumentaria, unisex ubicada en planta baja, señaló que en esa casa el dólar lo convierten a $7,00.
Para el caso de una firma que vende carteras, zapatos y accesorios de cuero, "su" tipo de cambio es de $6,00.
En otro rubro, el gastronómico, sucede algo similar. En particular, en aquellos emplazados en áreas turísticas.
Por ejemplo, un restaurant de pastas ubicado en Puerto Madero utiliza la conversión blue para los extranjeros.
 
Mejor blue que tarjeta
Esta modalidad de no considerar el tipo de cambio oficial encuentra algunos explicativos.

"Es una forma de reducir el pago con tarjeta, evitar gastos y comisiones y, en cambio, hacerse de dólares sin tener que recurrir a una cueva", dijo a este medio un empresario del sector textil que pidió reserva de identidad.
La actitud de los comerciantes de desincentivar el uso de plásticos por parte de los turistas coincide con lo que ellos mismos quieren hacer.
De hecho, una de los cambios de hábito que observan quienes están a cargo de los puntos de venta es la menor utilización de tarjetas de crédito, sencillamente porque saben que no les conviene.

En el caso de que el negocio tome sus divisas a valor blue, esto les representa un descuento cercano al 50% (en pesos) sobre el producto que deseen adquirir.
"Al extranjero le sale más caro abonar con crédito o débito porque en estos casos sí que tiene que pagar al dólar oficial", argumentó Otálora.
"La cotización depende de cada marca y del tipo de negocio al que se ingrese", destacó el economista.
Por otro lado, el valor que se le asigna al billete verde se ha transformado en una estrategia comercial para incrementar las ventas.
Es que, al no haber uniformidad en la conversión, cada uno pone "su" valor, que será mayor cuanto más necesidad tenga el comercio de achicar stock o hacerse de caja.
 
Decime cuál, cuál, cuál es tu dólar
Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Fabián Castillo explica que la pelea entre las marcas por seducir a los viajeros se da como consecuencia de dos factores:

Ventas estancadas en shoppings: según datos difundidos por el INDEC, la facturación en enero de este año presentó un marcado amesetamiento respecto al mismo mes de 2012. Esto, en un contexto de suba de costos, produce un fuerte impacto en la caja de las compañías.
Menor flujo de turistas en el país: "Las marcas buscan seducirlos en un escenario de caída de la actividad. En los comercios están circulando menos dólares porque hay menos extranjeros. Por eso, el comerciante busca atraerlos de alguna forma", dice Castillo.
Fuentes del sector señalan que, en la mayoría de los casos, la cotización es un asunto que "se negocia" puertas adentro del local.
Los turistas llegan al país conscientes del desdoblamiento cambiario, consultan antes de comprar y eligen aquellos establecimientos que les ofrecen más pesos por sus billetes verdes.
"En general, concretan la compras en los locales en los que les hacen rendir más sus billetes verdes", señala Castillo de la CAME.
 
¿Qué dice la ley?
Si bien el valor del dólar se ha vuelto una poderosa herramienta a la que las marcas apelan para hacerse de billetes verdes, la normativa vigente es bien clara sobre los límites que tienen los comercios para evitar que éstos funcionen como casas de cambio.

Tanto la Ley Penal Cambiaria como la Ley Penal Tributaria prevén penas de prisión de hasta ocho y nueve años respectivamente para quienes incumplan con la normativa.
De acuerdo con la reglamentación vigente, las facturas respaldatorias de una transacción deben contener la siguiente leyenda: "Las operaciones en moneda extranjera que no tengan un tipo de cambio propio debidamente autorizado se convertirán al tipo de cambio vendedor del Banco de la Nación Argentina, al cierre del día anterior (...)".
En tanto, la Ley Penal Cambiaria establece que serán reprimidas las siguientes conductas:
• Toda negociación de cambio que se realice sin intervención de una institución autorizada para efectuar dichas operaciones.
• Operar en cambios sin estar autorizado a tal efecto.
• Toda falsa declaración relacionada con las operaciones cambiarias.
• La omisión de rectificar las declaraciones producidas y de efectuar los reajustes correspondientes si las transacciones reales resultan distintas de las denunciadas.
• Toda operación de cambio que no se realice por la cantidad, moneda o al tipo de cotización, en los plazos y demás condiciones establecidos por las normas en vigor.
• Todo acto u omisión que infrinja las normas sobre el régimen de cambios.
"Los negocios que toman los dólares a un valor por encima del mercado oficial ofician de comercio y de casa de cambio a la vez", señala el consultor tributario Alberto Romero.
Este especialista puntualiza que se pueden dar cuatro situaciones diferentes:
• Factura en pesos y cobro en pesos.
• Factura en dólares y cobro en dólares.
• Factura en dólares y cobro en pesos.
• Factura en pesos y cobro en dólares.

"Las dos primeras situaciones son totalmente legales", indicó.
"El tercer caso está admitido y no implicaría una operación de cambios, puesto que el vendedor acepta cobrar en moneda de curso legal una operación pactada en moneda extranjera", explica el experto.
Por último, la situación descripta en el cuarto ítem es la que reviste el carácter de infracción porque, implícitamente, hay una operación de cambios ilegal.
Esto es así ya que el comerciante está haciendo una transacción en pesos y la cobra en dólares los cuales negocia a un valor que fija libremente con el cliente.
Cabe destacar que los puntos de venta no tienen obligación de exhibir algún tipo de cartel que muestre la cotización utilizada para el billete verde.
Si bien la tendencia generalizada es a "inflar" el valor del dólar para captar a más turistas, existen casos "curiosos" en los que los comerciantes ofrecen un valor menor al tipo de cambio oficial.
Lo que ocurre en estas ocasiones, explica Castillo desde la CAME, es que "la cotización se usa de un modo meramente especulativo", con el objetivo de hacerse de más billetes verdes.
 

Extranjeros en el país gastan con tarjetas de crédito un 55% menos que hace un año

         
A lo largo del primer trimestre del año, el caudal de turistas provenientes del exterior cayó casi un 18% en términos interanuales. Fuentes del sector turístico consideran que la causa se debe al encarecimiento de los precios a nivel local en moneda extranjera
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A lo largo del primer trimestre del año, el caudal de turistas provenientes del exterior cayó casi un 18% en términos interanuales. Fuentes del sector turístico consideran que la causa se debe al encarecimiento de los precios a nivel local en moneda extranjeraranjeros en el país gastan con tarjetas de crédito un 55% menos que hace un año
A esta altura de los acontecimientos, no es novedoso que el "cepo cambiario" terminó "lesionando" la oferta de divisas.
Con un objetivo explícito de "racionar" y disciplinar la demanda acorde a las cantidades disponibles para atenderla, el "efecto no deseado" de la medida resultó el impacto negativo sobre determinados rubros de la oferta.
Conclusión: el stock de Reservas Internacionales "pagó los platos rotos" con un descenso cercano a los U$S 8.300 millones (-18%) en los últimos doce meses.
En otras palabras, no existió margen de maniobra para pagar deuda pública con reservas, en tanto la oferta de divisas terminó copiando como si fuera un espejo al "torniquete" aplicado a la demanda.
En este aspecto, los ingresos por viajes y turismo receptivo representan un claro ejemplo de los efectos perniciosos que generaron las conductas restrictivas a la demanda al momento de computar los montos ofertados.
Concretamente, en los últimos tres trimestres relevados por el BCRA, las pérdidas interanuales promediaron el 40% (41,5% de descenso en el trimestre pasado), pudiendo estimarse que el rubro viajes y turismo habría dejado de ingresar un monto anual estimado en u$s 1.300 millones.
Una pregunta que puede efectuarse es si el turismo se contrajo en 40% o quienes ingresan al país redujeron sus gastos en 40%. Ni lo uno ni lo otro.
 
 
Esta monumental caída fue percibida claramente por las emisoras de tarjetas locales, ya que en diálogo con iProfesional, desde una de las marcas líderes afirmaron que los gastos por todo concepto de visitantes del exterior se derrumbó en el úlitmo año nada menos que un 55%.
Fuentes del sector agregaron que la aparición de un tipo de cambio paralelo y su posterior escalada, que favorece a los extranjeros que vienen con divisas en efectivo y las cambian en el mercado informal, ha sido un disparador muy potente para impulsar el consumo con plásticos. 
Las estadísticas revelan que -efectivamente- existe una reducción de viajeros hacia el país (tomando como referencia los ingresos aeroportuarios) del orden del 10% interanual para los últimos tres trimestres, en tanto que sus gastos presentan una declinación algo superior (cercana al 20%).
Esto permite obtener -al menos- dos conclusiones:
Existe un margen de divisas que traen viajeros y turistas que no pasa por el Banco Central;
• Los viajeros al país tienden a moderar sus gastos.

"En el primero de los casos, podemos concluir que estamos en presencia de una clara fuga de divisas hacia la marginalidad que podríamos ubicarla en torno al 50% de las divisas turísticas resignadas en el último año", sostienen desde AMF.
¿Cómo se explica esta conducta? El informe de dicha consultora sostiene que "con un diferencial entre el tipo de cambio oficial y el "blue" que en los peores momentos rozó el 100% y en los mejores superó el 30%, fue grande la "tentación" para que las divisas pasaran lejos de las arcas del Banco Central y recalaran en manos de operadores privados que no forman parte del circuito formal de divisas.
"No obstante, la segunda parte de nuestras conclusiones está reflejando que no sólo ingresan menos viajeros sino que reducen sus niveles de gastos en el país", afirma Andrés Mendez, titular de la firma.
En tal sentido, es interesante analizar que sucede con los precios en nuestro país. "En este caso, los viajeros al país han afrontado un encarecimiento relativo de sus costos en la Argentina con relación a los vigentes en sus países de origen", comentó Méndez.
Por ejemplo, un turista español encontrará que sus gastos en nuestro país se han expandido casi 70% por encima de lo que aumentaron los de su país de origen si se toma como referencia al promedio del año 2007.
Mejor suerte, tiene un turista brasileño que "sólo" ha visto como la Argentina se encareció frente a Brasil en 47% tomando similares parámetros.
Claro que estas restricciones que impone el desprenderse de las divisas al tipo de cambio oficial, se "solucionan" si acude a la informalidad. En este caso, un brasileño debería recibir $/U$S 7,82 para estar en similares condiciones que en 2007 (un nivel asimilable a los que actualmente se transan en el "blue"), pero un español requerirá alrededor de $ 9 por dólar (o $/€ 11,70) para "salir hecho".
"Estos son los problemas que "cuestan" u$s 1.300 millones al año", concluye el informe de AMF.
Viajeros que advierten que ajustarse a la legalidad local "cuesta caro" y que si quieren reducir sus costos deben acudir al uso intensivo de billetes físicos. A la inversa de los argentinos, que circulan por el mundo maximizando el uso de sus tarjetas. Crease o no.

Cifras que preocupan
En los primeros cuatro meses de este año llegaron a la Argentina poco más de 800.000 turistas extranjeros, es decir 142.000 menos que un año atrás y 161.000 menos que en el primer cuatrimestre de 2011.

Los datos surgen de la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
De acuerdo con ese informe, solo en abril de este año el número de turistas fue un 18,3% menos que en el mismo mes del año pasado.
La cifra es relevante pues se trata de la caída interanual más pronunciada desde la que se registró en junio de 2011, cuando el sector empezó a mostrar números en rojo. En ese mes, la baja fue de 18,9%, pero respondió, principalmente, a la erupción del volcán Puyehue, cuyas secuelas en los vuelos a la región patagónica duraron varias semanas.
La merma en el número de ingresos se ha convertido en algo habitual en los dos últimos años, pues desde ese mes hasta abril de este año, el arribo de extranjeros al país registró caídas interanuales en 21 ocasiones.
Para numerosos analistas, el principal motivo que impulsa este menor ingreso es la suba de los precios internos medidos en dólares.
En sentido inverso, en los primeros cuatro meses de este año viajaron fuera del país 976.000 argentinos, 60.000 más que un año atrás y 190.000 más que en el primer cuatrimestre de 2011.
Pese a que en los últimos meses los argentinos fueron más cuidadosos con sus gastos fuera del país -como resultado del recargo de 20% que impuso la AFIP a las compras con tarjeta en el exterior, el balance entre los gastos de los extranjeros en el país y el de los argentinos en el exterior pasó de un superávit de u$s 344 millones en los primeros cuatro meses de 2011 a un déficit de u$s 223 millones en el mismo período de este año.


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