domingo, 30 de junio de 2013


Los beneficios de pertenecer: crecen los pedidos de tarjetas Premium para financiarse en épocas de cepo cambiario

        
Los clientes más selectos cuentan con una serie de ventajas diferenciales que, en un contexto de promociones acotadas, valen oro. Cuáles son las facilidades beneficios que otorgan las entidades financieras en turismo, compras y estilo de vida
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En los últimos años, los tan valorados descuentos a los que accedían los titulares de tarjetas de crédito y débito bancarias se fueron reduciendo.
Lejos quedaron las jugosas promociones que brindaban un 30% de rebaja y financiación en hasta 12 cuotas sin interés.
Sin embargo, no por ello los argentinos le perdieron el "gustito" a ahorrarse unos pesos a la hora de llevarse lo que necesitan.
Y de esto son conscientes, a la hora de diseñar sus estrategias de marketing y campañas publicitarias, tanto los shoppings como los supermercados, cadenas de retail, agencias de turismo, bancos y marcas en general.
Por eso, algunos lanzan sus propias ofertas, otros emiten sus plásticos -como ocurre con algunos súper-, hay quienes prefieren mantener alianzas con los bancos aunque limitando los beneficios a fechas especiales del año, pero lo que ninguno puede descuidar es a los clientes que consideran VIP.
Se trata de un target que puede pagar el precio de los artículos o servicios ofrecidos pero que, igualmente, quieren llevarse "algo más" bajo la forma de un descuento diferenciado, un plan de financiación a medida, mucha calidad y un "toque de distinción" que les haga sentir que lo que se llevan fue pensado para ellos.
A ellos van orientadas las acciones de, por ejemplo, Visa con Visa Signature The Black Card, American Express con Platinum Card y Centurión o Mastercard con Black, Platinum y Gold.
En este sentido, José Ignacio Amodei de la consultora CCR, indicó como regla general que hoy se advierte que "los argentinos buscan promociones pero también controlan más sus gastos y tratan de comprar sólo aquello que consideran imprescindible".
Este comportamiento, en alguna medida, incide en las ventas y por eso se ha convertido en un motivo válido para que muchos bancos decidieran premiar a sus clientes VIP otorgándoles "un 5% más de ahorro" que el que se brinda a los demás usuarios de tarjetas por el hecho de "pertenecer a ese selecto grupo", explicó Mariano Otálora.
Es decir, sostuvo el especialista, "se han vuelto más selectivos con los descuentos".
En tanto, Jorge Colombatti, ejecutivo de la empresa Mastercard, afirmó que "la propensión a utilizar productos Premium aumenta de la mano del segmento de viajeros frecuentes".
Sucede que el encarecimiento de los viajes al exterior, como resultado de las medidas cambiarias que fue aplicando el Gobierno para desalentar la salida de divisas -como el recargo del 20% que hoy rige sobre la compra de pasajes aéreos, paquetes turísticos y gastos realizados con tarjeta fuera del país- llevó a que cada vez más argentinos valoren la posibilidad de tener en sus manos un plástico para clientes VIP para conseguir mejores descuentos.
Consultado por iProfesional, Santiago González, director de Producto de American Express Argentina señaló que "además de todos los beneficios de las tarjetas, contínuamente se acercan promociones como cuotas sin interés que son muy apreciadas en la actualidad, en especial, para los gastos de viajes".
A ello se suma que, quienes gozan de esos privilegios, reciben generalmente un tratamiento especial. "Buscamos ofrecer un producto innovador que nos diferencie, adaptándonos a este nuevo perfil de usuario que requiere atención personalizada, calidad y prestigio", puntualizaron desde Visa.

Los beneficios de ser Premium
Obtener descuentos más importantes en las compras de indumentaria, un trato más personalizado y disfrutar de mayores beneficios a la hora de hacer un viaje son algunas de las ventajas con las que cuentan los clientes VIP de los bancos y por los cuales se vuelven tan codiciadas las tarjetas Premium.

Es que quienes poseen estos plásticos forman parte de un selecto grupo que tiene acceso a salas especiales en distintos aeropuertos del mundo y reciben mayores ventajas a la hora de pedir un préstamo o realizar algún tipo de inversión.
En el caso de Visa cuyo producto Premium es Visa Signature The Black Card.
Según fuentes de la empresa emisora de tarjetas de crédito, esta línea "está diseñada para socios exclusivos de alto poder adquisitivo que buscan en un medio de pago electrónico acceder a privilegios y tener una especial calidad de atención".
Además, quienes cuentan con este plástico pueden aprovechar un abanico de ventajas diferenciales a la hora de viajar tales como "el acceso a salas VIP de aeropuertos de todo el mundo, un servicio de asistente personal, cobertura en asistencia médica, legal y por pérdida de equipaje en el exterior, entrega a domicilio de las compras realizadas por Internet en comercios, seguros en compras realizadas con tarjeta y descuentos y acceso a programas de recompensas", comentaron desde Visa.
Otro de los beneficios que ofrece la empresa a sus clientes más selectos es "Visa Luxury Hotel Collection", un programa de privilegios en más de 800 hoteles de lujo disponibles en todo el mundo.
Desde la compañía señalaron que "con la reserva de estos lugares en línea se puede acceder a la mejor tarifa disponible, conseguir un horario de salida extendido, beneficios extra en el desayuno, aprovechar el status de huésped VIP y, además, disfrutar de Internet gratis en las habitaciones o estacionamiento con servicio de valet".
American Express es otro de los jugadores que otorga una serie de facilidades extra a los clientes Premium.
La firma cuenta con dos productos en este segmento: Platinum Card y Centurión, siendo esta última la tarjeta emblemática de la empresa y a la que sólo puede acceder por invitación una porción mínima de clientes.
El plástico Platinum brinda beneficios en las principales cadenas de hoteles de lujo del mundo y descuentos en alquileres de auto, además de brindar la atención de una agencia de viajes especial de American Express.
En el caso de Centurión, los clientes que posean este plástico tienen más privilegios y acceden a una forma más personalizada de servicio, que sólo ellos conocen y no se publica.
"La demanda de los clientes más selectos de American Express radica, principalmente, en recibir la más alta calidad de servicio en cada contacto que poseen ya sea por sus consumos, como por viajes o por estilo de vida", apuntó González desde American Express.
Y agregó que "a medida que profundizan y evolucionan sus gustos al viajar eligiendo destinos más exóticos, alojándose en hoteles más exclusivos fuera del circuito tradicional o simplemente buscando experiencias diferentes a la guía tradicional del destino, los clientes valoran más estas opciones".
También Mastercard cuenta con una serie de productos pensados para sus clientes selectos: se trata de las opciones Black, Platinum y Gold.
Estos tres plásticos permiten acceder al programa "Experiences and Offers" que brindan una variedad de ofertas excepcionales de tiendas minoristas exclusivas, hoteles y resorts de nivel mundial.
Los clientes Black y Platinum tienen, además, la posibilidad de visitar las salas VIP en aeropuertos y cuentan con un curioso beneficio extra llamado Mastercard VIP Lounge.
Se trata de una experiencia de compra de lujo en Galerías Pacífico a través del acceso a lockers, bebidas, infusiones, TV 3D y HD y a diarios y revistas de actualidad.

Cada banco, con sus plásticos VIP
Cada uno de los principales bancos pide ciertos requisitos para formar parte de su segmento VIP.

Para ser parte del selecto club, los clientes de las entidades financieras deben contar con un determinado ingreso mensual y abonar el mantenimiento de cuenta.
Es el caso de Macro que cuenta con los plásticos Premium, Valora y Selecta, Francés que ofrece a sus clientes la opción Premium, Galicia que incluye entre sus opciones la de los plásticos Platinum, HSBC que promociona la línea Premier- y Nación que tiene su Estilo Platino.
A ellos se suman el banco Comafi con sus tarjetas Platinum, Santander Río con sus plásticos Platinum, Patagonia con su opción Plus Premium e Industrial que ofrece el producto Bind Zafiro.
En términos generales, para poder pertenecer al segmento VIP, los clientes del banco deben contar con un ingreso mensual aproximado de entre $18.000 y $35.000 y afrontar un mantenimiento de cuenta que oscila entre $193 y $326.

Crece el hábito de "tarjetear"
Más allá del crecimiento puntual del segmento Premium, el resto de las tarjetas también son altamente utilizadas por las familias argentinas en ocasión de cancelar gastos.

De acuerdo con Fabián Castillo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), "hoy las compras realizadas con tarjetas de crédito superan el 70%".
Pero esto no siempre fue así. El experto explicó que "en los '90 sólo el 40% de las operaciones se efectuaban con este medio de pago", mientras, en la actualidad, "la gente abona todo lo que puede recurriendo al financiamiento".
En tanto, según Colombatti, el incremento en el uso de plásticos presenta algunas diferencias de acuerdo con el tipo de productos utilizado.
El ejecutivo de Mastercard indicó que:
• En el caso de los clientes estándar, el incremento en el uso de tarjetas para pagar tiene lugar sobre todo ens supermercados y shoppings.
Es que, a partir de la instalación del esquema de beneficios con los bancos, los argentinos se acostumbraron a abonar en caja con el plástico que les ofrezca el mejor descuento y a ir de compras el día en que haya mayores beneficios.
• Entre quienes poseen plásticos Premium, los principales gastos con tarjeta se vinculan con viajes al exterior y turismo.
En este sentido, los expertos mencionan que uno de los beneficios que los clientes más valoran actualmente son las cuotas sin interés.
De hecho, el abuso de este sistema de pago llevó a muchos argentinos a endeudarse, producto de que sus plásticos estaban "en rojo" (Lea más Operación denegada: crecen rechazos a pagos en cuotas con tarjeta y suma temor a los comerciantes).
Al respecto Castillo remarcó que "mucha gente está con las tarjetas al límite, por haber abusado de los planes de financiamiento".
Más allá de que varios hayan llegado al tope de sus cuentas, cada vez son más los que igualmente buscan formar parte del segmento Premium, tentados por los descuentos y beneficios que las entidades financieras les ofrecen a la hora de comprar y viajar.


sábado, 29 de junio de 2013

Expectativa por la Supercard y precios


Expectativa por la Supercard y precios

JOSE CALERO

El gobierno buscará generalizar rápido el uso de la SuperCard, con la expectativa de que permita revitalizar el consumo, pero el alza sostenida en los precios de bienes y servicios puede conspirar contra esa pretensión.
Es que por un lado los 500 productos de la lista de precios congelados tiene gusto a poco para el consumo habitual, y a eso se suma el hecho de que hay faltantes en las góndolas. Por el otro, la mayoría del resto de los 10.000 productos que quedaron fuera del "freezer" empezaron a mostrar remarcaciones que ponen en alerta los bolsillos de los consumidores.
El primer paso para instalar la SuperCard fue dado, pero a un gran costo para el gobierno, ya que hasta último momento hubo idas y vueltas sobre si salía o no. Con el plástico ya lanzado, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, apunta a que cada familia de bajos ingresos posea al menos una tarjeta, y que luego se extienda a otros integrantes, como "adicionales". Pero la estrategia es que también las clases medias la vayan incorporando a su abanico de plásticos.
El sistema puede cerrar también por el lado impositivo, y contribuir a reducir los niveles de evasión en comercios, como los supermercados chinos, donde se detectaron focos de evasión en materia de empleo. Por eso el gobierno ya acordó con las grandes superficies para que ubiquen stands bien visibles con el fin de entregar la Supercard en la forma más simplificada posible. "Queremos que sea la tarjeta número uno de la Argentina", le dijo Moreno a un grupo de supermercadistas en el Mercado Central.
Los bancos tienen una mirada ambigua sobre este esquema: por un lado lo miran de reojo porque puede quitarle clientes, pero por el otro esperan aprovechar que sectores desacostumbrados a la bancarización ingresen al circuito y se conviertan en potenciales usuarios de sus servicios.
El gran riesgo puede venir por el lado de la morosidad: el tope de compra estará fijado en 3.000 pesos -y 1.000 de financiación-, pero la masificación del producto puede terminar provocando un dolor de cabeza al Banco Hipotecario, que será el emisor. El gobierno prometió que la tasa de interés que se pagará por financiar la tarjeta será inferior al 22 por ciento anual, y esto provocará una firme competencia al resto de las entidades financieras, que están cobrando más del doble.
La expectativa de revitalización del consumo que despierta la SuperCard encuentra como obstáculo el alza de precios que se viene registrando desde el inicio de junio. Algunos de esos incrementos fueron autorizados por el gobierno, pero muchos otros vienen siendo aplicados por propia iniciativa de formadores de precios y supermercadistas.
El temido efecto destape tras lo que los economistas calificaron como "olla a presión" profundizó los problemas para los fatigados bolsillos de los consumidores. El caso de los lácteos es el más impactante: aumentaron hasta 31 por ciento en algunos casos, y son los que menos presencia tienen entre los 500 productos congelados. Ni hablar del precio del pan, que directamente no tiene cabida en la lista de los 500.
Los productos de limpieza no le van en zaga a los lácteos, ya que se detectaron aumentos que llegan hasta el 27 por ciento. Además, el kilo de queso de primera calidad ya se cobra 75 pesos en la mayoría de los supermercados. Antes de hacer una tortilla o un omelet habrá que pensarlo bien, porque los huevos subieron hasta 32 por ciento.
Productos como el arroz, el café, el pan lacteado, la yerba y el dulce de leche aumentaron hasta 10 por ciento. El agua mineral subió 15 por ciento, y los jugos 10%, mientras que las gaseosas treparon hasta el 18%.
A mediados de junio la consultora Elypsis había relevado que, en el último mes, los aumentos en supermercados ya promediaban el 3,3%, y que estaban en proceso de aceleración.
La lista de ajustes es interminable y destroza sin miramientos los bolsillos de los argentinos, en especial los de los sectores menos favorecidos, donde el peso de la canasta de alimentos, bebidas y limpieza es casi el 100% de sus menguados ingresos. En este escenario, es evidente que la "Era de hielo" llegó a su fin en la Argentina y a este paso el riesgo es que lo único que vaya rumbo a congelarse sea el consumo.


La supercard de Moreno tendrá un límite de compra de 20 mil pesos

A dos semanas de su debút, el nuevo plástico oficial permitirá financiar hasta 6.600, a pagar máximo en 24 cuotas con una tasa de interés del 22 por ciento anual. Los detalles y los requisitos para obtenerla

El jueves pasado, en el Mercado Central, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, encabezó lap resentación de la Supercard con la presencia de cientos de empresarios. Según se informó ese día, la tarjeta estaría disponible dentro de dos semanas en los grandes supermercados.
Asimismo, se había precisado que el límite de compra iba ser de 3000 pesos por mes. Sin embargo, se aclaró que el tope va a ser de 20.000 pesos mensuales, y se podrá financiar hasta 6600 pesos, a pagar hasta en 24 cuotas a una tasa de interés del 22 por ciento anual. Usualmente, los bancos manejan tasas de entre el 30 y el 35 por ciento. El pago de comisiones es el beneficio para los comercios: pasará del 3% tradicional que perciben los bancos a un 0,75 por ciento
El primer lanzamiento contará con 100.000 tarjetas, con un fondo inicial de 100 millones de pesos. El plástico será gratuito y para obtenerlo es necesario haber sido titular de una tarjeta de crédito tradicional por al menos un año. Entre otros requisitos, hay que ser argentino o extranjero con residencia permanente en el país, tener entre 21 y 75 años, tener ingresos de 1200 pesos mensuales (por trabajo o jubilación) y declarar un teléfono de línea de contacto.  
La empresa que se conformó para lanzar esta nueva tarjeta se llama Supercard S.A. y es un "emprendimiento privado con el apoyo del Gobierno" conformado por cuatro empresas: Coto, Cooperativa Obrera de Bahía Blanca, Frávega y Garbarino.
La Corporación Mercado Central y el Banco Hipotecario también se asociaron a la iniciativa. La Supercard será administrada a través de Tarshop –conocida como Tarjeta Shopping– , que pertenece al Banco Hipotecario. Pequeños y medianos comerciantes bonaerenses pidieron que se los incluya en la Súper Card.


La tarjeta Supercard no será de uso exclusivo en los supermercados

Las tres grandes cadenas internacionales, la francesa Carrefour, la chilena Jumbo y la norteamericana Wal Mart, las van a aceptar, pero convivirán con los plásticos propios que tienen esos establecimientos de retail

Directivos de la empresa administradora de la Supercard trabajan contra reloj para el lanzamiento formal del nuevo plástico, que si bien será aceptado por las cadenas de supermercados, no va a ser de uso exclusivo como se anunció al principio.
Este jueves, en el Mercado Central se reunirán los directivos de Starshop, la firma administradora de la nueva tarjeta de crédito que cobrará 22% de interés para financiamiento. Allí definirán los detalles para el lanzamiento de los primeros 100 mil plásticos que tendrán uso exclusivo solo en los supermercados Coto y de la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca.
Las cadenas internacionales, que al principio participaron en las gestiones, decidieron integrar el grupo de adherentes junto con los supermercados chinos. El nuevo plástico se podrá usar también en cadenas de comidas rápidas y en locales de electrodomésticos.
Mientras tanto, los supermercados en los que se podrá gestionar la obtención del medio de pago trabajan en la organización de la tramitación.
Los clientes deberán presentar su documento de identidad y suscribir el contrato de adhesión, al igual que se hace con cualquier plástico tradicional del mercado.
La Supercard fue ideada por los supermercadistas y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en abril y tenía por objetivo reducir el costo financiero de la venta minorista, para así poder sostener el congelamiento de precios.
Si bien al principio el sistema de precios acordados rigió para los 10.000 productos de la oferta de los supermercados, en la actualidad solo alcanza a 500 artículos


La Supercard también se podrá usar para comprar comida rápida y electrodomésticos

         
La tarjeta será lanzada oficialmente el jueves en el Mercado Central. En los supermercados convivirá con los plásticos de los retail

Directivos de la empresa administradora de la Supercard trabajan contrarreloj para el lanzamiento formal del nuevo plástico este jueves, que si bien será aceptado por las cadenas de supermercados, no va a ser de uso exclusivo como se anunció al principio.
Las tres grandes cadenas internacionales, la francesa Carrefour, la chilena Jumbo y la norteamericana Wal-Mart, las van a aceptar, pero convivirán con los plásticos propios que tienen esos establecimientos de retail.
Este jueves, en el Mercado Central se reunirán los directivos de Starshop, la firma administradora de la nueva tarjeta de crédito que cobrará 22% de interés para financiamiento.
Las cadenas internacionales, que al principio participaron en las gestiones, decidieron integrar el grupo de adherentes junto con los supermercados chinos.
La nueva tarjeta se podrá usar también en cadenas de comidas rápidas y en locales de electrodomésticos.
Mientras tanto, los supermercados en los que se podrá obtener el medio de pago trabajan en la organización de la tramitación.
Los clientes deberán presentar su documento de identidad y suscribir el contrato de adhesión, al igual que se hace con cualquier plástico tradicional del mercado.
La Supercard fue ideada por los supermercadistas y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en abril y tenía por objetivo reducir el costo financiero de la venta minorista, para así poder sostener el congelamiento de precios.


Supercard: ahora se suman los súper chinos a la implementación del nuevo plástico

        
Además, la tarjeta será aceptada por Carrefour, Jumbo y Wal Mart pero convivirá con los plásticos propios que tienen esos establecimientos de retail

La representante de los supermercadistas chinos, Yolanda Durán, indicó que se imprimirán 100.000 plásticos para la Supercard y aclaró que los comercios "la van a aceptar con el tiempo cuando cuenten con la totalidad de postnet necesarios".
Durán agregó además que "todos los directivos de las grandes cadenas expusieron que van a dar un espacio físico para que el usuario pueda tramitarla y se podrá gestionar con requisitos mínimos".

"La Supercard es gratuita, tiene un máximo de $3.000 y contamos con el apoyo del Banco Hipotecario en caso de que haya algún moroso, cosa que no creo que pase porque las compras por lo general son de bajo monto", consideró.

La representante agregó que "las tarjetas tradicionales van a ser aceptadas momentáneamente y calculamos que hasta el año que viene así va a ser".

Asimismo, detalló que se están sumando a la implementación las estaciones de servicio, los almaceneros y las farmacias, entre otros comercios.

"Los que producen alimento a grandes escalas y las grandes cadenas tienen que entender que esto es un beneficio para todos. Por lo general miran su propio bolsillo y no a la gente", remarcó en declaraciones consignadas por NA. 

Las tres grandes cadenas internacionales, la francesa Carrefour, la chilena Jumbo y la norteamericana Wal-Mart, aceptarán la Supercard, pero convivirán con los plásticos propios que tienen esos establecimientos de retail.

Este jueves, en el Mercado Central se reunirán los directivos de Starshop, la firma administradora de la nueva tarjeta de crédito que cobrará 22% de interés para financiamiento.

El plástico podrá utilizarse también en comercios de comidas rápidas y en locales de electrodomésticos.

La Supercard fue ideada por los supermercadistas y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en abril y tenía por objetivo reducir el costo financiero de la venta minorista, para así poder sostener el congelamiento de precios.



viernes, 28 de junio de 2013


La "cruda realidad" que esconde el boom de 0km y por qué los argentinos no deberían festejar

         
El Gobierno celebra y el impresionante nivel de patentamientos le da aires renovados al "relato" oficial. Pero, lejos de ser un síntoma de bonanza económica, deja al descubierto las distorsiones de los precios relativos y la magnitud del atraso cambiario. Cifras para la polémica
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Las patentes que comienzan con la letra "M" se empiezan a terminar, al tiempo que los teléfonos de las concesionarias arden y los pedidos a las terminales automotrices se aceleran.
El interminable boom de compra de autos cero kilómetro -que le da la espalda al enfriamiento del consumo que afecta a otros sectores- es la excepción que sirve como bálsamo para los funcionarios K y que para muchos hombres de negocios alienta la esperanza de que, pese a todo, el 2013 no sea un año perdido.
La divulgación de las cifras de mayo -un récord histórico mensual de 89.644 vehículos vendidos, lo que implica 17% más que en el mismo mes del año pasado- parecían desmentir los sombríos pronósticos que la mayoría de los economistas venían realizando.
En lo que va del año, la suba de autos vendidos en el mercado interno llega al 8%. Y el presidente de la Asociación de Concesionarios, Abel Bomrad, cree que esta tónica se mantendrá en los próximos meses, lo cual llevaría a que 2013 pudiera hasta quebrar la marca récord de 858.000 vehículos alcanzada en 2011.
De manera que, una vez más el auto, ese gran emblema del boom consumista vivido durante la década kirchnerista, se transforma en la estrella de la economía y viene en rescate del magullado "relato".
Bomrad atribuye esta situación "al crecimiento del PBI" y prevé que "mientras la economía siga creciendo se va a continuar en estos niveles".
Sin embargo, el análisis merece mayor profundidad, porque mientras en las concesionarias festejan, en el resto de los mostradores lloran. Los autos no son la norma, sino la excepción.

Extraño boom en una economía fría
El argumento de Bomrad choca con lo que ocurre en los demás rubros de consumo.

Como da cuenta la encuesta de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que en mayo volvió a registrar una fuerte caída de las ventas en términos reales -7,1% de nivel promedio - con bajas de casi 10% en rubros de vestimenta, calzado, mobiliario y bazar.
Es el cuarto mes consecutivo de descenso. Y Osvaldo Cornide, titular de CAME, está convencido de que el gran elemento determinante en este enfriamiento del mercado fue el alejamiento del dólar blue.
"Esto se sintió, sobre todo, en los comercios orientados al consumo de clase media, donde por momentos la venta parecía detenida", señala el empresario, quien se manifiesta esperanzado con que un regreso de la calma en el panorama cambiario pueda empujar las ventas en los meses venideros.
No obstante, reconoce también un problema de caída real de los ingresos familiares, lo cual se manifiesta en el hecho de que "hubo muchas compras con tarjeta, aunque los comercios detectaron más rechazos por exceso de límites o falta de pago que en los meses previos".
Eduardo Levy Yeyati, director de la consultora Elypsis, destaca que el pobre dinamismo ocurrió a pesar de la visible desaceleración de la inflación en los supermercados.
Y atribuye esta situación a "un mercado laboral débil y expectativas sobre la evolución de la economía que alcanzaron en mayo sus peores niveles históricos".
Confirmando esa apreciación, la encuesta que realiza mensualmente la Universidad Católica para conocer la confianza de la población sobre el devenir del país revela que un 40% de las personas consultadas considera que es un mal momento como para avanzar en la compra de bienes durables.
La cifra es elocuente cuando se la compara con la encuesta de noviembre de 2011, cuando Cristina Kirchner acababa de ser reelecta: en aquel momento el consumo volaba, y apenas dos de cada diez respondían que no era una buena etapa para adquirir autos o electrodomésticos.

Es en este contexto que muchos analistas proclaman el fin del "consumo defensivo" por el cual los argentinos -al percibir una inflación creciente- transformaban sus ingresos en bienes.
Es claro que ese tipo de compras no significaba un síntoma de confianza en la economía, sino que muchas veces podía implicar exactamente lo opuesto: se adelantaban decisiones ante el temor de que luego pudiera "ocurrir algo" que no permitiera hacerse de esos bienes.
Pero incluso eso se agotó.
"Se presumía que el exceso de moneda local, al no poder canalizarse al dólar oficial, no tendría otra alternativa que fogonear el consumo. Sin embargo, quedó demostrado que las restricciones cambiarias no hicieron otra cosa que impulsar al blue", remarca el economista Federico Muñoz.

El reino de la distorsión
Si todo apunta en contra del consumo -incluso del que es inspirado por el miedo-, ¿cómo se explica entonces la situación excepcional de los autos cero kilómetro?

Para algunos es difícil entender el tema, porque consideran que esta fiebre de compras contradice la tónica general de la economía.
Sin embargo, hay una forma alternativa de verlo: la aparente bonanza automotriz no contradice los problemas de la economía sino que, por el contrario, pueden ser su demostración más contundente.
El concepto que hay que entender es lo que en la jerga de los economistas se llama "cambios de precios relativos".
Significa que un producto puede, temporariamente -como consecuencia de una situación excepcional o de una distorsión provocada por el Gobierno-, cotizar menos de lo que históricamente ha sido su precio respecto de los otros productos.
El público percibe que ese abaratamiento no será permanente sino que obedece a un desajuste que, tarde o temprano, será corregido.
Entonces, muchos argentinos adelantan compras, con el espíritu de quien participa en una "temporada de liquidación" de saldo con grandes descuentos.
Esto es, ni más ni menos, lo que está ocurriendo con los autos: la gente percibe que están baratos y sospecha que no lo estarán por mucho tiempo más.
"Los argentinos tenemos nuestra riqueza en dólares. Cuando sube el blue, tenemos más pesos. Pero los precios de los autos (y de otras cosas) dependen más del dólar oficial y de los costos internos (como salarios), que del billete informal. Por lo tanto, el alza del paralelo incrementa el poder de compra interno de los tenedores de dólares", argumenta Lucas Llach, economista de la Universidad Di Tella.
En la misma línea, el consultor Salvador Di Stefano, desde hace varios meses está señalando que la adquisición de autos es algo que "recomendamos enfáticamente".
También con el dólar blue como referencia, destaca: "Pocas veces vimos modelos de 0km kilometro que valgan menos de u$s10.000 o autos importados de gran nivel que están por debajo de u$s25.000, sinceramente insólito".

Argentina, paraíso automotor
Para comprobar qué tan fuerte es el abaratamiento relativo de los vehículos, iProfesional consideró los precios desde 2010 hasta la actualidad, tomando como referente al Volkswagen Gol, el modelo más vendido del mercado argentino.

Los resultados son impresionantes: cuando se lo compara con la evolución del salario -el ingreso neto medido por el Indec para los trabajadores del sector privado- se llega a la conclusión de que mientras hace tres años se necesitaban 12,6 sueldos para adquirir el Gol Power de cinco puertas, ahora solamente se requieren de 8,9 salarios.
Un abaratamiento de 30% en términos de sueldos, en apenas tres años, es algo que ocurre muy pocas veces, por más fuerte que sea el proceso de aumento real de los ingresos.
Pero más claro aun resulta el tema cuando se considera el valor de los autos medidos en dólares al tipo de cambio "blue".
  • En 2010, época pre-cepo, el mismo Gol costaba u$s11.848.
  • En 2012, con brecha cambiaria en ascenso, se redujo a u$s9587.
  • Hoy día, con un blue de $8,50, la cifra cayó a u$s8.016.
En otras palabras, para quienes disponen de dólares ahorrados, este auto se abarató 38% respecto de su precio de hace dos años y un 17% en relación con el período pasado.
Esta situación se ha hecho evidente en otro segmento: el de los autos importados. Junto con el turismo, son quienes más se benefician con el atraso del tipo de cambio oficial.
Ante los ojos de los particulares, los 0km traídos del exterior aparecen como insólitamente baratos.
Es así que, mientras las ventas generales de autos nuevos han subido un promedio de 8% en lo que va del año, respecto de igual período de 2012, cuando se consideran sólo los números de los vehículos de lujo los números son muy distintos.
Tomando en cuenta sólo marcas como Audi, Mercedes Benz, BMW, Porsche, Smart y otros de alta cotización, las ventas en 2013 aumentaron un impresionante 44%.

La cruel contracara del boom
Esta situación está generando polémica política, en el sentido de a quién beneficia realmente la actual situación cambiaria que, según el Gobierno, tiene el cometido de preservar puestos de empleo y de que no haya transferencias de precios a favor de los "grupos concentrados".

En principio, los números y el tipo de consumo no dan la sensación de que se genere una redistribución del ingreso precisamente a favor de los sectores de bajos recursos.
Pero aun suponiendo que el boom automotor quisiera se presentado como una buena noticia, hay que considerar que tiene costos ocultos.
Es que la contracara más cruel de este abaratamiento de los autos es la cada vez mayor dificultad de los asalariados para tener acceso a la vivienda propia.
Dado que los precios de las unidades tienden a mantenerse estables en dólares, el efecto de la brecha cambiaria ha sido nocivo para aquellos que sólo tienen pesos para ofrecer.
El siguiente gráfico expresa cuántos sueldos promedio se requieren para comprar un metro cuadrado de un departamento de tres ambientes en Buenos Aires.
La conclusión es alarmante: hoy se necesitaría un aumento salarial del 40% para poder comprar la misma cantidad de metros cuadrados que hace dos años.
Propiedades que suben, autos que bajan. La consecuencia es obvia: quien tenga cierta capacidad de ahorro pero no le alcance para comprar una vivienda, sentirá un fuerte incentivo para adquirir un vehículo.
Es que, con el mismo valor con el que se compra un metro cuadrado, cada vez se puede obtener una porción más grande de un 0Km.
Volviendo al ejemplo del Volkswagen Gol:
  • Hace dos años, con el precio de ese vehículo se compraban 7,7 metros cuadrados.
  • En 2012, esa relación había caído a 5,2 metros.
  • Hoy día, llega a apenas 4,3 metros por auto.
Dicho de otra forma, con el valor del mismo departamento, hoy se puede comprar un 76% "más de autos Gol" que hace dos años y un 21% más que el año pasado.
Esta es, pues, la cruda realidad que va por detrás del boom automotor argentino: más que representar una economía pujante, es el síntoma de las distorsiones ocurridas en el mercado cambiario y de las escasas posibilidades de canalizar ahorros para quienes tienen sus ingresos en pesos.
En la mayoría de los países, esta situación no sería motivo de festejo sino de preocupación.
Pero la Argentina siempre se rige con criterios alejados de la mayoría, como lo ilustra con elocuencia una frase de Roberto Feletti, diputado y ex viceministro de Economía, para justificar las restricciones cambiarias.
"El Gobierno, entre ajustar el consumo o priorizar el ahorro, decidió priorizar el consumo -dijo Feletti-. Por eso, decidió restringir la tasa de ahorro en dólares. Dijimos: ‘Vuelquen el ahorro a pesos o a consumir'".


"Subsidio" entre privados y la paradoja de cómo los sojeros financian a quienes compran autos importados

        
Unos festejan, otros se quejan. Están los que dicen que el actual valor del dólar oficial les viene al pelo, y también quienes se sienten víctimas del atraso cambiario. Así se presenta la Argentina de hoy, con "ganadores y perdedores", según el precio del billete verde al que logran acceder

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Carlos es un chacarero de toda la vida. Como hijo y nieto de productores rurales, está acostumbrado a mirar al cielo cada mañana, rogando por un clima benigno que beneficie a su cosecha de soja. Vive en la localidad bonaerense de Coronel Suárez, a 550 kilómetros de Capital, donde todos los años cultiva el mismo campo de 100 hectáreas que alquila. 
Gustavo es un economista, especializado en finanzas. Desde hace cuatro años, este profesional de clase media alta trabaja en un banco de primera línea, donde se desempeña como director de banca individual. Cada mañana, camino a su oficina, en plena city porteña, siempre se detiene en una gran vidriera, donde se exhibe un atractivo BMW Serie 1. Está pensando en cambiar el auto y está convencido de que este es el momento ideal para hacerlo.
A estas dos personas, varias son las cosas que las separan: el lugar donde viven, el tipo de trabajo que realizan diariamente y sus aspiraciones.
Pero en este juego de las diferencias, hay un punto fundamental: mientras que el primero se queja por el tipo de cambio actual y lo que recibe por cada tonelada de soja que vende en el mercado interno, el segundo festeja porque la cotización fijada por el Banco Central le permite acceder a un bien dolarizado, a un valor muy por debajo del blue, y encima en cómodas cuotas. 
El malestar de uno frente a la satisfacción del otro está relacionado por un factor en común: el atraso cambiario, es decir, la política oficial que primó durante los últimos años y que se caracterizó por hacer correr el tipo de cambio oficial a un ritmo menor que la inflación.
Y este atraso es el que, en definitiva, está generando una suerte de "subsidio" que premia a quienes acceden a bienes dolarizados y cuya conversión se realiza al cambio oficial -como los autos- a la vez que castiga a quienes venden un producto valuado en billetes verdes pero, a cambio, están obligados a recibir pesos, como los sojeros que, además, suman otro punto en contra: deben resignar un 35% de sus ingresos para el pago de retenciones.
En definitiva, la actual política cambiaria lleva a que, por un lado, el Gobierno -sin buscarlo- "premie" a quienes aspiran a subirse a un auto importado, pero al costo de perjudicar al campo con un valor del dólar retrasado a lo que se suma una fuerte presión tributaria.

El "precio" del subsidio
Estas diferentes realidades que atraviesan consumidores por un lado y productores sojeros por otro, marcan el puso del debate sobre cuál debería ser el tipo de cambio de "equilibrio", es decir, aquél que permita recuperar parte de la competitividad perdida y elimine algunas de las distorsiones actuales de la economía.

Al respecto, desde consultoras como el Estudio Bein, así como también desde algunas entidades rurales, pregonan que, hoy por hoy, ese nivel estaría en los $6,50 por billete verde, es decir, una cotización un 21% por encima del nivel actual. 
Así las cosas, cuando Gustavo finalmente se dé el gusto de subirse a su BMW Serie 1, cuyo valor promedio en dólares es de u$s50.000, hoy estará pagando el equivalente a $267.000.
Pero, si el tipo de cambio hoy estuviese en ese "nivel de equilibrio" que señalan numerosos expertos, este profesional que trabaja en la city porteña debería desembolsar en realidad unos $325.000 por ese mismo 0Km de alta gama.
Esto implica que, el hecho de tener un dólar retrasado está generando una suerte de "subsidio" de $58.000 por cada unidad de estas características que se comercializa en la Argentina (resultado de la diferencia entre $325.000 y $267.000). 
Lo interesante es que este atraso cambiario que favorece a toda persona que quiera darse el "gustito" de subirse a un auto premium como este, supera a la ganancia neta que logra Carlos trabajando cada año su campo de 100 hectáreas.
Hilando más fino, este sojero de Coronel Suárez -al igual que los más de 30.000 productores que en la Argentina cultivan esa misma superficie-, de la mano de un rendimiento de 2,9 toneladas por hectárea, está cobrando en mano, tras pago de retenciones e impuestos a las Ganancias, unos $50.000 por vender su cosecha.
Es decir, los $58.000 que evitó sacar de su bolsillo Gustavo para comprar su 0Km, beneficiado por el actual valor del dólar, viene a ser incluso un 16% más que la ganancia neta que obtiene un productor como Carlos que alquila 100 hectáreas para cultivar soja.

Lo interesante es que en la Argentina hay muchos "Gustavos" queriéndose dar el gustito de subirse a un 0Km de alta gama: según datos de ACARA, la entidad que nuclea a concesionarios de todo el país, durante los cinco primeros meses se patentaron 732 unidades del Serie 1 y 490 unidades del Serie 3, las líneas más comercializadas de la casa alemana.
Tomando un valor promedio de u$s50.000 para el Serie 1 y de u$s70.000 para el Serie 3, esto arroja que, entre enero y marzo, los más de 1.200 compradores gastaron el equivalente a $373 millones.
Pero, si el tipo de cambio actual fuese de $6,50, tal como pregonan algunas consultoras como el nivel que permitiría minimizar algunas distorsiones, esas ventas hubiesen representado $455 millones.
Esto arroja una diferencia de $82 millones. En definitiva, un "subsidio" con el que se premió a todos los "Gustavos" que adquirieron cualquiera de estos dos modelos entre enero y mayo.
El punto central es que estos $82 millones que evitaron sacar del bolsillo esos apenas 1.200 compradores equivalen a la ganancia neta de 1.640 productores que hoy rentan un campo de 100 hectáreas para cultivar soja cada año.
Por otra parte, dichos $82 millones de "ahorro" representan lo que a su vez están dejando de percibir 6.200 pequeños chacareros que trabajan la misma superficie (100 hectáreas cada uno) por tener que vender su cosecha al tipo de cambio actual y no a esa otra cotización que analistas llaman "equilibrio". 
En efecto: tal como se mencionó anteriormente, las toneladas de "yuyito" logradas con 100 hectáreas, tienen un valor de $50.000 tomando el actual dólar BCRA. En cambio, si se fuese a ese valor "más realista" para la divisa estadounidense ($6,50), los ingresos de estos productores ascenderían a $63.250 por cada uno. 
Ese gap de $13.250 -que no reciben del Estado en su afán de sostener el dólar en los niveles actuales-, multiplicado por 6.200 ruralistas, equivale a los $82 millones de "subsidio" que recibieron las 1.200 personas que se subieron a un BMW Serie 1 o Serie 3 en lo que va del año.

Soja versus Miami
Este beneficio que reciben todos aquellos que compran autos importados queda más que evidenciado en la práctica por el boom que experimenta este sector. Pero estos particulares no son los únicos agraciados. 
También se viene dando un firme y sostenido crecimiento en el número de personas que viajan al exterior.
Si bien en marzo último el Gobierno aplicó un recargo del 20% a la actividad turística, encareciendo el tipo de cambio, los argentinos continúan sintiéndose "tentados" de subirse un avión y cruzar la frontera, dado que la comparación del llamado "dólar turista" la realizan no ya pensando en cuán por encima se encuentra por sobre el tipo de cambio oficial, sino en relación a lo barato que está con respecto al "blue".
El punto clave es que el Ejecutivo subsidia de manera directa una parte de ese "boom": considerando que este año Aerolíneas tendrá un rojo a cubrir por el Estado de $3.300 millones, y que el 70% de las pérdidas corresponden a vuelos a Miami, Europa, México y otros destinos internacionales, esto implica que el Gobierno deberá poner unos $2.300 millones para permitir que turistas  salgan al exterior.
Este aporte "estatal" para que argentinos hagan shopping por Miami o disfruten de las hermosas vistas de Europa, equivale a la ganancia neta que cada año generan 46.000 campos de 100 hectáreas cultivadas con soja.
Puesto en cifras, esto representa cerca de un 25% de la superficie que cada año se siembra en la Argentina de esta oleaginosa. 
Sin embargo, esta es apenas una cara de la moneda: el hecho de que los argentinos perciban que cada vez resulta más barato hacer turismo en el exterior -producto de salarios que hasta 2012 ajustaron por encima de la devaluación-, ha llevado a que los intentos oficiales por desalentar este "éxodo" hayan tenido pobres resultados.
Así las cosas, se estima que este año, de no mediar ningún nuevo recargo, el turismo fronteras afuera "succionará" de la economía unos u$s10.000 millones, una cifra preocupante en momentos en que el Banco Central, mes a mes, viene perdiendo reservas.
Puesto en números, esto representa cerca de un 40% más que los u$s7.000 millones que recaudaría este año el Gobierno en concepto de retenciones a la soja, según estimaciones de la consultora Agritrend.
De alguna manera, así como los sojeros se perjudican por el tipo de cambio, una buena cantidad de turistas argentinos se benefician
"La soja le está sirviendo al Gobierno para cubrir la demanda de dólares por turismo, energía y otras actividades", aseguró a iProfesional Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural, quien además se quejó del doble problema que afecta a los productores: "Están recibiendo muy poco por cada tonelada de soja vendida y, encima, soportan una gran presión fiscal".

Más para autos y viajes, menos para la soja
Para comprobar cómo en la Argentina, tras años de atraso cambiario, con el tiempo se fue beneficiando más a quienes adquieren autos importados o contratan viajes al exterior, que a quienes plantan soja, basta echar una mirada a los precios relativos, en este caso, al nivel de acceso a bienes y servicios en relación al salario. 

En este sentido, allá por 2010, el modelo entrada de gama del Serie 1 de BMW de 5 puertas costaba el equivalente a $143.100 (u$s36.900 a un tipo de cambio de $3,88).
En ese entonces, el salario promedio de la Argentina era de $3.600, de modo que se necesitaban casi 40 ingresos para poder subirse a este vehículo.
En la actualidad, en cambio, una versión similar cotiza a $247.700 (u$s46.300).
Y dado que el salario promedio bordea los $7.600 netos (considerando las últimas alzas), ahora es necesario contar con 32 ingresos para salir de una concesionaria con este auto. Es decir, 8 meses menos de trabajo.
Como contrapartida, el negocio de la soja fue eclipsándose a medida que se profundizó el atraso cambiario y el Gobierno incrementara la presión tributaria.
El efecto combinado de estas dos variables -sumado a las consecuencias negativas del blue-, generó que prácticamente quedaran neutralizados los beneficios de los precios internacionales.
Según un informe del IERAL, en el año 2001, un camión cargado con 28 toneladas de soja equivalían a 16,3 metros cuadrados construidos.
Sin embargo, en la actualidad, pese a que el "yuyito" vale tres veces más que en ese entonces, con este mismo volumen hoy es posible construir 12 metros cuadrados, es decir, casi 27% menos.
En una línea similar, si la comparación se realiza con bienes de consumo, un cargamento sojero que en 2001 permitía comprar 12 canastas básicas, en la actualidad posibilita acceder a 14 de ellas, es decir, apenas 17% más que en ese entonces, aun cuando el precio se la soja se haya multiplicado por tres.
Desde la consultora aseguraron que, además de la pérdida de rentabilidad por la mayor presión inflacionaria, un factor determinante es que los productores tienen a un "socio" que cada vez participa con un porcentaje mayor de sus ingresos: el Estado. Que, valga la aclaración, es ese mismo que "premia" a los "Gustavos" y castiga a los "Carlos". 


Con menos beneficios y socios, finalmente llegó la Supercard


Con menos beneficios y socios, finalmente llegó la Supercard


Coto y la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca son los dos únicos supermercados accionistas del plástico, que no será de uso exclusivo

Con tres meses de demora y varios beneficios y socios que quedaron en el camino, finalmente ayer se hizo la presentación oficial de la Supercard, la tarjeta que ideó Guillermo Moreno en su cruzada para bajar las comisiones que les cobran los bancos a los supermercados.
Acorde con el verticalismo del secretario de Comercio Interior, la primera de las tarjetas emitidas lleva el nombre de la presidenta Cristina Kirchner, que finalmente no participó del acto en el Mercado Central en el que se presentó la nueva herramienta de pago.
A falta de la mandataria, el plástico le fue entregado por Moreno a la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila "Pimpi" Colombo, que también se llevó la segunda tarjeta a su nombre, mientras que la tercera le fue concedida a Yolanda Durán, titular de una de las dos cámaras de autoservicios chinos, que se sumaron a la iniciativa.
Originalmente, la idea de Moreno era que todas las grandes cadenas de supermercados participaran como socias de la Supercard. Sin embargo, el deseo del funcionario chocó con la intransigencia de las casas matrices de las grandes internacionales, como Carrefour, Walmart, Cencosud y Libertad, que no dieron el visto bueno para que sus subsidiarias argentinas se asociaran en un proyecto con sus competidores.
Por esta razón, al final sólo dos cadenas de capitales nacionales, como Coto y la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca, aceptaron participar como accionistas de la Supercard, junto con las casas de electrodomésticos Frávega y Garbarino y la Corporación del Mercado Central. La administración del plástico, por su parte, quedó en manos del Banco Hipotecario, que se hizo cargo de la operación a través de su controlada Tarshop.

"Adherentes"

Las grandes cadenas de supermercados, en tanto, sólo participarán de la iniciativa en calidad de "adherentes plenos". Esta categoría implica que no serán los dueños de la tarjeta, pero sí funcionarán como puntos de pago de los plásticos.
Por su parte, los supermercados del interior del país -nucleados en la Cámara Argentina de Supermercados (CAS)- y los autoservicios chinos se sumarán como adherentes simples, lo que implica que aceptarán la Supercard como un medio de pago, pero no podrán emitirla ni funcionar como agentes de cobro.
"En el consejo asesor hay supermercados que son socios adherentes plenos y simples. Los simples se convertirán en adherentes a medida que puedan compatibilizar su sistema informático para así usar la tarjeta", adelantó Colombo.
Otro de los puntos que quedaron definidos es que la Supercard no será una tarjeta única ni exclusiva, como era el deseo original de Moreno. El plástico convivirá con el resto de los medios de pago en todos los supermercados y para las cadenas sólo tendrá el atractivo de que la comisión que cobrará el Hipotecario por estas compras será de apenas 0,75% contra el 3% que continúan aplicando los bancos a las operaciones con Visa y Mastercard.
La decisión de los grandes supermercados de no convertirse en socios de la Supercard no es un dato menor, ya que el propio Moreno había asegurado que la participación de Carrefour, Jumbo y Walmart iba a ser decisiva para que las cadenas canalizaran sus descuentos y beneficios a través del nuevo medio de pago y dejaran de lado las promociones con el resto de los plásticos.

La iniciativa de Moreno, del deseo a la realidad

PROYECTO ORIGINAL
Fecha de lanzamiento
3 de abril

  • Socios activos: Carrefour, Walmart, Jumbo, Disco, Coto, La Anónima, Día%, Libertad y Cooperativa Obrera
  • Condiciones de uso: tarjeta de uso único y exclusivo en supermercados (las cadenas no iban a aceptar otros plásticos). Tarjetas propias de los supermercados: íban a desaparecer, absorbidas por la Supercard
  • Meta oficial: lograr que bajaran las comisiones que cobran los bancos por las tarjetas y que hoy se ubican en un 3%
CÓMO QUEDÓ
Fecha de lanzamiento
27 de junio

  • Socios activos: Coto, Cooperativa Obrera, Frávega, Garbarino y el Mercado Central
  • Condiciones de uso: la tarjeta coexistirá con el resto de los plásticos. Tarjetas propias de los supermercados: no habrá cambios y seguirán funcionando como hasta ahora
  • Meta oficial: Supercard trabajará con un comisión de 0,75% para los súper, pero el resto de las tarjetas seguirá cobrando el 3 por ciento


Finalmente, Moreno lanzó la Supercard con menos beneficios y socios

        
Luego de varias postergaciones, el Secretario de Comercio Interior presentó la nueva tarjeta que se podrá usar a partir de julio. La primera fue para la Presidenta. Coto, la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca, Frávega y Garbarino son los únicos accionistas del plástico

El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, lanzó la tarjeta Supercard, que comenzará a funcionar el mes próximo y permitirá realizar compras en supermercados, almacenes de proximidad y cadenas de electrodomésticos con menor costo financiero.
El acto, encabezado por Moreno, se desarrolló en el Mercado Central, con la presencia de la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila "Pimpi" Colombo, empresarios del sector supermercadista y autoridades del Banco Hipotecario, una de las entidades que se encargar de la administración del plástico.
"Hoy se hizo la reunión constitutiva del consejo asesor que administrar la tarjeta, que incluye a socios como los supermercados Coto, Cooperativa Obrera, las casas de venta de electrodomésticos Frávega y Garbarino y al Banco Hipotecario", explicó Colombo.
Originalmente, la idea de Moreno era que todas las grandes cadenas de supermercados participaran como socias de la Supercard. Sin embargo, el deseo del funcionario chocó con la intransigencia de las casas matrices de las grandes internacionales como Carrefour, WalMart, Cencosud (con las marcas Jumbo, Disco y Vea) que no dieron el visto bueno para que sus subsidiarias argentinas se asociaran en un proyecto con sus competidores.
Las cadenas quedaron como adherentes plenos. O sea, podrán entregar el plástico, pero no podrán canalizar sus descuentos y beneficios a través del nuevo medio de pago y dejaran de lado las promociones con el resto de los plásticos. Algo que debilita el poder de la Supercard.

Para obtenerla
La firma TarShop (Tarjeta Shopping), una empresa del Grupo IRSA, estará a cargo de la administración del negocio y en su página de Internet, los usuarios podrán descargar un formulario que luego tendrán que completar y presentar en los supermercados para gestionar de este modo la obtención de una SuperCard.

"Todo el mundo decía que no iba a salir, que era un cuento chino, pero finalmente se materializó, el plástico está y es más, yo ya tengo el mío", sostuvo la presidenta de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asi tico (CEDEAPSA), Yolanda Durán.
En declaraciones a Noticias Argentinas, Durán agregó que "ahora se viene el trabajo arduo", en referencia a la tarea de poner el funcionamiento el plástico, pero confió en que la iniciativa.


Lanzan hoy la Supercard de Moreno, pero se podrá usar a partir de la próxima semana

        
La tarjeta impulsada por el secretario de Comercio Interior será oficialmente presentada en el Mercado Central. El primer plástico está a nombre de la presidenta Cristina Kirchner y prometen emitir 100.000 más en la primera etapa. Detalles de su funcionamiento

La Supercard, impulsada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, será oficialmente lanzada este jueves a las 10 en un acto en el Mercado Central.
Sin embargo, se estima que estará operativa recién la semana próxima ya que aún a la mayoría de los centros de compra que la aceptarán les falta terminar con los trámites de inscripción y autorización.
El miércoles terminaron de convocarse a los representantes de las principales cámaras de supermercados como ASU, CAS y Cedeapsa (chinos) y también de perfumerías y electrodomésticos, que firmaron el acuerdo con el Gobierno para aceptar la Supercard.
También participarán "directivos de YPF, estaciones de servicio donde podrá usarse la nueva tarjeta", según explicó a Ambito Financiero la titular de Cedeapsa, Yolanda Durán. 
La primera Supercard la recibirá la presidente Cristina de Kirchner, la segunda será para la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Pimpi Colombo y la tercera, para la propia Durán.
Según trascendió, se emitirán en una primera instancia 100.000 plásticos que podrán ser usados en las cadenas de supermercados más grandes como Jumbo, Coto, WalMart, Día, Libertad, La Anónima y luego también en supermercados chinos, cadenas regionales y otros comercios. Participan además algunas grandes cadenas de comidas como McDonald's, donde también la aceptarán.

Cómo funciona la Supercard
La tarjeta será gratuita para los consumidores y la obtendrán presentando el DNI y factura de servicio público a cargo del beneficiario. Podrá pedírsela en los comercios aunque se especulaba que por una cuestión de escala de tamaño de locales y de cantidad de empleados, serán las grandes cadenas las que montarán stands para adquirir el plástico.
Este fin de semana ya estarán disponibles los formularios para que los consumidores puedan solicitarlas.
La administración de la tarjeta está a cargo de la empresa Tarshop, cuyo 80% pertenece al Banco Hipotecario, que es la encargada de autorizar la participación de los comercios.
En las cámaras que nuclea a esos centros de compra estarán disponibles este jueves los documentos que deben presentarse para operar con la Supercard, donde constarán entre otras cosas la situación fiscal de los comercios.
Los consumidores tendrán una tasa de financiación del 22% anual con un límite de compra de $3.000 y un límite de crédito de 1.000 pesos.
Fernando Aguirre, vocero de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), que agrupa a las cadenas regionales, dijo que ellos ya comenzaron a distribuir planillas de adhesión para sus asociados.
"Primeramente la Supercard será operada por las grandes cadenas para luego extenderse a las cadenas regionales para llegar a todos los rincones del país", confirmó Aguirre al matutino.
Agregó que el 90% de los asociados tienen el sistema Postnet, lo que les va a permitir operar con la Supercard y llegar a todo el territorio nacional", agregó.
Y Durán apuntó que "entre los 3.000 socios que tiene Cedeapsa, la mayoría ya se presentó a consultar porque estarían listos para comenzar a usarla".



Supercard: preguntas y respuestas de su funcionamiento


La tarjeta única de los supermercados entrará en vigencia el jueves; requisitos y prestaciones

La Supercard, la tarjeta que las grandes cadenas de supermercados emitirán por iniciativa del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en el marco del congelamiento de precios, entrará en vigencia a partir de pasado mañana. Así lo confirmó Yolanda Durán, presidenta de Cedeapsa, la cámara que reúne a los autoservicios chinos.
En un acto en el Mercado Central, la presidenta Cristina Kirchner recibirá el jueves próximo la tarjeta número uno. La segunda, en tanto, será para la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María "Pimpi" Colombo. La tercera será para Durán.

Puntos principales de la Supercard

¿Cómo se financiará? Con fondos aportados por un fideicomiso integrado por las empresas de seguros, que están obligadas a reinvertir sus capitales en "actividades productivas".
¿Cómo se obtiene? El interesado deberá concurrir a los supermercados que la ofrezcan con su DNI, un servicio a su nombre y recibos de sueldos que comprueben sus ingresos.
Límite de compra y costo financiero: Ofrecerá un crédito de $3000 y tendrá un costo de financiamiento del 1% (inferior al 3% de las tarjetas tradicionales). Este último implica un ahorro de $720 millones para el sector de retail, que permite mantener el acuerdo de precios, según el Gobierno.
Cuotas : Permitirá realizar compras en más de un pago con una tasa de interés promedio del 22%.
¿Quiénes la ofrecerán? Está previsto que adhieran los supermercados de comunidad, los chinos, los regionales y cadenas de electrodomésticos. Los que ya poseen una tarjeta propia podrán seguir usándola.
¿Excluyente? La Supercard no será excluyente, es decir, los supermercados seguirían operando con los plásticos tradicionales (Visa, Mastercard, American Express, etc.)..



Lo que sabe la AFIP de los contribuyentes: gastos con tarjeta, dinero en el banco, alquileres, prepaga y más

Por Dolores Olveira dolveira@cronista.com

La AFIP ha creado una red de regímenes de información que alimenta sus sistemas informáticos de datos sobre la vida privada y comercial de las personas, y que hace que los contribuyentes hoy sepan que deben hacer su declaración jurada anual de impuestos teniendo en cuenta que cualquier inconsistencia saltará rápidamente a los ojos del Fisco, por lo que es bueno conocer cuáles son los datos que conoce la AFIP de cada uno.

En ese sentido, las principales fuentes de información con que cuenta la AFIP son las siguientes:*Depósitos en bancos y agentes de bolsa. Gastos con tarjeta de débito. Compraventa de títulos valores privados: Mediante el Sistema Informativo de Transacciones Económicas Relevantes (SITER) los bancos y agentes de Bolsa y Mercado Abierto deben dar cuenta a la AFIP sobre cuentas bancarias y operaciones con títulos públicos, plazos fijos, consumos con tarjetas de débito y compraventa de títulos valores privados. Los montos mínimos a considerar por los bancos son de $ 10.000 para acreditaciones mensuales en cuentas bancarias y plazos fijos, y de $ 1.000 mensuales en el caso de consumos con tarjetas de débito. Tratándose de compraventa de títulos valores públicos o privados, los agentes de Bolsa o de Mercado Abierto, deben informar cuando el importe de ventas y compras, en conjunto, por titular, supere $ 150.000 anuales.
*Tarjeta de crédito: El piso es $ 3.000 de gasto mensual. Está a cargo de las entidades administradoras de tarjeta de crédito, que deben informar sobre los vendedores, locadores y/o prestadores de servicios adheridos al sistema; las operaciones –ventas de bienes, locaciones de obras y locaciones o prestaciones de servicios– que hayan sido canceladas mediante la utilización de tarjetas de crédito, de compra y/o de débito, y las tarjetas de crédito y/o de compra utilizadas, tanto emitidas en el país como en el exterior.
*Expensas: El régimen de información está a cargo de los administradores, respecto de las expensas, contribuciones para gastos y conceptos análogos, que determinen y perciban, por los bienes ubicados en countries, clubes de campo, clubes de chacra, barrios cerrados, barrios privados, edificios de propiedad horizontal y todo tipo de complejo urbanístico situado en el país. Es mensual y el monto mínimo es de $ 2.000.
*Medicina prepaga: Las empresas deben informar mensualmente, respecto de cada afiliado o beneficiario titular y también sobre el resto del grupo, cuando el valor del plan supere los $ 2.000 mensuales, sin importar si lo paga el afiliado, un tercero, la empresa en la que se desempeña o es por derivación de aportes desde una obra social.
*Colegios privados: El piso de la cuota por alumno es de $ 2.000.
*Consumos de servicios públicos: Las empresas deben informar sobre las operaciones que en cada mes calendario sean iguales o superiores a $ 1.000 o su equivalente cuando el período de facturación sea diferente al mensual.
*Alquileres de inmuebles o cocheras, y arrendamientos rurales: Están obligados a cumplir con el Régimen de Información de Operaciones Inmobiliarias los sujetos que asuman el carácter de locador, arrendador, cedente o similar, en operaciones de locación de bienes inmuebles, locación de espacios o superficies fijas o móviles, cesión de derechos reales y/o cesiones o contratos que impliquen derechos de uso a título oneroso sobre inmuebles urbanos y la cesión de derechos reales y/o cesiones o contratos que impliquen derechos de uso a cualquier título, oneroso o gratuito, sobre inmuebles rurales).
*Ingresos de fondos radicados en el exterior: Por sumas superiores al equivalente a u$s 50.000, por mes calendario y por persona o entidad que ingrese en forma directa, u ordene dicho ingreso, que tuvieran origen en operaciones de aportes de inversiones directas en el país, préstamos de organismos internacionales o financieros, ventas de participaciones en empresas locales, cobros de préstamos financieros otorgados a no residentes, repatriación de inversiones de residentes, garantías financieras, cobros por cancelación de contratos de cobertura entre monedas extranjeras y de precios de commodities. Esta obligado quien ingrese los fondos en forma directa o el titular de los fondos cuando actúen bancos como intermediarios, por ejemplo.
*Compañías de seguros: Mensualmente deben informar los datos correspondientes a los productores con los cuales operan; las comisiones y honorarios que perciben por las operaciones en las que participan, y los comprobantes que emiten en cada una de esas operaciones, con la correspondiente CUIT.
*Código de Oferta de Transferencia de Inmuebles (COTI): Es para la negociación, oferta o transferencia de bienes inmuebles. Se debe obtener con carácter previo a la ocurrencia de alguno de los siguientes actos:
–Negociación.
–Oferta efectuada por medios gráficos, televisivos, radiales, informáticos o cualquier otro orientado a tal fin.
–Transferencia a título oneroso de bienes inmuebles, que importe la transmisión del dominio.
–Adquisición de derechos sobre bienes inmuebles a construir.
Sólo existirá la obligación de obtener el COTI si cualquiera de los siguientes valores resulta igual o superior a $ 600.000: el precio consignado en alguno de los actos aludidos antes; la base imponible fijada a los efectos del pago de los impuestos inmobiliarios o tributos similares, y/o del impuesto de sellos que graven la transmisión del mismo, o el valor fiscal vigente del inmueble de que se trate.

*Transferencia de automotores y motos: Los titulares deben obtener en forma previa a la transferencia el “Certificado de Transferencia de Automotores” (CETA), cuando el precio de la transferencia o el valor de la tabla de valuaciones utilizada por la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor y Créditos Prendarios para el cálculo de aranceles vigentes al momento de obtener el CETA sea igual o superior a $ 30.000.
Otros regímenes de información vigentes se refieren a las siguientes actividades:

*Donaciones a entidades exentas
*Participaciones societarias y fondos comunes de inversión
*Fideicomisos
*Representantes de sujetos del exterior
*Prestaciones de modelaje a título oneroso
*Transportadoras de caudales
Por último, el CITI Compras, que es un cruzamiento informático de compras, que en realidad sólo afecta a quien factura a una empresa grande.
“Dentro de las medidas que acompañan a las sanciones y a la ley Penal Tributaria como inductoras de cumplimiento, están los regímenes de información. Los objetivos son básicamente que el contribuyente, sabiéndose observado, se vea inducido a cumplir, dado que siente que la AFIP lo vigila, y la obtención por parte del fisco de datos que manifiestan la capacidad contributiva del contribuyente, a efectos de detectar inconsistencias en su situación tributaria”, comentó Mariano Ghirardotti, del estudio Ghirardotti & Ghirardotti.